AP. El inicio del juicio contra cuatro franceses, incluidos dos pilotos, por su presunta vinculación con un cargamento de unos 700 kilogramos de cocaína fue suspendido el lunes luego de que la fiscalía dominicana denunció supuesta parcialidad de los jueces.

Los pilotos Pascal Jean Fauret y Bruno Odos, el asistente de vuelo Alain Castany y el pasajero Nicolas Pisapia cumplirán este mes dos años desde que fueron arrestados la madrugada del 20 de marzo de 2013 poco antes de despegar del aeropuerto de Punta Cana, 200 kilómetros al este de Santo Domingo, en un avión rentado rumbo a Saint Tropez.

Agentes antidrogas encontraron en el avión 26 maletas, de presunta propiedad de Pisapia, en las que se hallaba la cocaína.

El fiscal Milciades Guzmán recusó el lunes a los tres jueces que componen el tribunal por negarle la posibilidad de presentar como pruebas dos contrabandos de drogas enviados a Francia antes del arresto de los cuatro franceses.

Según Guzmán, esos dos casos son antecedentes que demuestran que los franceses formaban parte de una banda en la que también participaban agentes de seguridad y de aduanas dominicanos.

Aunque la jueza Giselle Méndez, que preside el tribunal, y los otros dos magistrados rechazaron los alegatos de Guzmán y recordaron que el juicio iba a realizarse en cinco audiencias consecutivas a partir del lunes, las leyes indican que una corte de apelación debe decidir en una fecha aún por definir si designa a otros magistrados para continuar el proceso.

María Elena Grateraux, abogada de Fauret y Odos, consideró que la postura de la fiscalía obliga a que sus clientes “vean retardada su estadía en el país y la posibilidad de demostrar su inocencia”.

Los cuatro franceses permanecieron un año y tres meses en prisión preventiva a la espera de que la fiscalía concluyera la investigación y presentara de forma oficial los cargos.

Un tribunal determinó en junio de 2014 que había indicios de culpabilidad por parte de los cuatro pero les otorgó la libertad condicional ya que se había agotado el año de prisión preventiva dictada poco después de su arresto.

Como parte de la libertad condicional los implicados no pueden salir del país y deben presentarse una vez al mes ante el tribunal.

Grateraux ha insistido en la inocencia de sus clientes con el argumento de que, como pilotos comerciales, no conocían el contenido del equipaje donde fue hallada la droga. Pisapia era el único pasajero del vuelo y su abogado dijo durante las audiencias preliminares que no existen pruebas contundentes de que su cliente fuera el propietario de las valijas con la droga, ya que llegó al aeropuerto sólo con una maleta de mano.

Además de los cuatro franceses, más de 40 agentes de seguridad y aduanas de la terminal aérea fueron detenidos de forma original, pero 27 fueron liberados sin cargos.