El presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y El Caribe (COPPPAL), Manolo Pichardo, manifestó hoy preocupación e indignación ante el golpe parlamentario ejecutado contra la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
Pichardo dijo que «lo que hemos vivido en estos angustiosos meses fue la crónica de una muerte anunciada que responde a un plan orquestado por fuerzas de países poderosos y transnacionales en alianza con sectores conservadores del Brasil, ligados al conocido pasado oscuro de la nación suramericana».
«Lo ocurrido en Brasil es parte de la urdimbre que he definido como plan Atlanta, por ser en aquella ciudad estadounidense donde en 2012, se reveló el diseño de una estrategia regional encaminada a destituir a los gobiernos progresistas de América Latina, sin la participación del voto ciudadano», expresó.
Recordó que la COPPPAL viene denunciando «el funesto plan» y advirtiendo que tras los golpes vendría la implementaron de políticas neoliberales que responderán a los intereses de los sectores conservadores nacionales y de países hegemónicos.
«Lo que les espera a los pueblos de América Latina si siguen avanzando los golpes blandos, es el desmonte de las conquistas sociales, y como consecuencia de ello, un estado de intranquilidad, crispación e incertidumbre que pondrán en riesgo la estabilidad política, social y económica en la región, lo que vendría a frenar el crecimiento con desarrollo humano», señaló.
Advirtió que la ausencia de las tradicionales botas en la nueva modalidad de golpes de Estado, no impedirán el enojo y la indignación de los sectores que creen en la democracia y en los gobiernos de las mayorías populares.