Howard Schultz, presidente de la cadena de cafeterías Starbucks, dejará su cargo al final de este mes, con lo que cerraría su ciclo de casi cuatro décadas en la compañía que convirtió a la cafetería en icono de la cultura estadounidense.
Schultz, de 64 años, quien ayudó a que Starbucks creciera de 11 sucursales a más de 28 mil en 77 países, se convertirá en presidente emérito a partir del próximo 26 de junio.
Myron Ullman tomará su lugar como nueva cabeza de la mesa directiva, dijo la compañía en una declaración.

Su salida alimentará la especulación de que Schultz se estaría preparando para una candidatura a la presidencia de Estados Unidos. En una carta a los empleados con el anuncio de su salida, él afirmó que está «evaluando varias opciones de su futuro, desde la filantropía hasta el servicio público, pero estoy en un largo camino de saber qué futuro me espera».

El anuncio de Schultz fue calculado para causar un gran impacto. Como adelanto, dio una extensa entrevista al New york Times, y programó otra plática con CNBC para la mañana del martes.

Si Schultz decide ir por la presidencia de EU, podría apoyarse en la experiencia de uno de los miembros más longevos de la mesa directiva, el excandidato presidencial por el Partido Demócrata y exsenador Bill Bradley.

«Desde hace un tiempo, estoy profundamente preocupado por nuestro país (…) la creciente división en casa y nuestra posición en el mundo», comentó Schultz al New York Times en una entrevista. Dijo que quiere descubrir «si hay un papel que puedo jugar para devolver a la comunidad».

Schultz está dejando un Starbucks que todavía está creciendo en los Estados Unidos, pero no a los niveles espectaculares de antes. La compañía, ahora una de las cadenas restauranteras más grandes del mundo, está apostando fuertemente por China, donde planea triplicar los ingresos en los próximos cinco años. Pero los inversionistas han sido decepcionados por las nuevas perspectivas de la compañía, con las acciones cayendo alrededor del 11 por ciento en el último año.

Schultz, cuya fortuna neta se estima en 3.2 mil millones de dólares, ha tenido menos participación diaria desde que dejó el cargo de CEO, y en el corto plazo, es poco probable que la estrategia de la compañía cambie, dijo Brian Yarbrough, analista de la firma Edward Jones. Aun así, las acciones pueden ser más volátiles, especialmente en torno a los resultados de ganancias, ya que los inversionistas temen que la compañía tenga problemas sin su visionario fundador, dijo Yarbrough.

«En algún punto, llega un momento en el que tienes que tener fe en que tu actual equipo de gestión seguirá adelante», dijo Yarbrough. «El equipo de gestión es muy capaz, no tengo muchas preocupaciones».

La cadena de café también se enfrentó recientemente a algunas dificultades después de que dos hombres afroamericanos fueron arrestados en uno de sus cafés de Filadelfia mientras esperaban que comenzara una reunión. La cadena cerró cerca de 8 mil tiendas propiedad de la compañía por una tarde para dar capacitación ‘antiprejuicios’ la semana pasada, una decisión que algunos accionistas cuestionaron por el costo que implicó.

En abril pasado, Schultz hizo la transición de director ejecutivo a presidente ejecutivo, donde supervisó las iniciativas de impacto social de la compañía.