La directora del Instituto Nacional de Protección de los derechos del Consumidor (Proconsumidor), Altagracia Paulino, dijo ayer que esa entidad necesita más recursos económicos para poder pasar a otra etapa.

Al preguntarle que si ella estaría dispuesta a quedarse por una decisión del presidente Danilo Medina, y continuar al frente de la entidad o si pondría algunas exigencias, respondió que “Proconsumidor está llamada a dar el próximo paso, y necesita recursos económicos, humanos, técnicos, así como la instalación de laboratorios para comprobar que las medicinas, alimentos o bebidas, tienen la cantidad y los componentes que dice la etiqueta”.

«Si nosotros no podemos dar el próximo paso con un laboratorio, está un poco difícil el trabajo aquí”, apuntó Paulino.

La funcionaria hizo este planteamiento al realizar un desayuno de agradecimiento a todas las personas que de una manera u otra han colaborado con Proconsumidor.
Aclaró que nadie puede condicionar al Presidente, y que ella está en disposición, siempre y cuando tenga salud, así como dijo Juan Pablo Duarte «, de servir a la patria desde el lugar que sea”, pero en la condición en que actualmente se encuentra Proconsumidor, es difícil dar el otro paso.

Logros. Paulino señaló algunos de los logros alcanzado por esa entidad en los seis años de su gestión, como son: las resoluciones para el control del expendio del ácido del diablo, notas de crédito, publicidad engañosa, libro de reclamaciones, contratos de adhesión, entre otros.

Resaltó que cuando tomaron la decisión contra el ácido del diablo se redujo más del 90% las agresiones con esta sustancia química.

En el caso de la publicidad engañosa, sostuvo que los grandes establecimientos comerciales se cuidan de hacer eso, porque en ocasiones han sido multados, pero los nuevos incurren en esta cultura de engaño.

Mientras que en el caso de las notas de crédito, los consumidores tienen entre siete y 365 días para devolver el artículo comprado, pero el mismo debe estar en buen estado para que la tienda le retorne el dinero que sobró después de la deducción de impuestos. Recomendó a las personas comprar en comercios que tienen el libro de reclamaciones.