El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) afirmó ayer que la soberanía está “seriamente amenazada” por la cada vez más creciente ocupación de emigrantes ilegales haitianos y por la inestabilidad política y social que vive Haití.
El presidente de la organización, Federico Antún Batlle (Quique), dijo que ese Estado es una caldera social en ebullición, que puede explosionar en cualquier momento y que cuando eso ocurra las consecuencias podrían ser catastróficas.
En una juramentación de la nueva estructura en Puerto Plata, consideró que el país tiene que prepararse para lo que podría venir, de una inmigración masiva por hordas haitianas, lo que dijo ha sucedido en los últimos 20 años, y que los haitianos viven en las peores condiciones del planeta, en un estado fallido.