Equidad
El desempleo y la pobreza no es preocupación en el país, pero en la zona euro y Estados Unidos, entre otros, el debate se centra en cómo crear más fuentes de trabajo dentro de un panorama de crecimiento económico y bajo nivel de inflación.
La alegría fue rebosante de las autoridades del Banco Central al anunciar que la expansión económica durante enero y febrero registró 5.0%, lo que proyecta para el 2014 un crecimiento de 4.5 a 5.0%. Entonces nos preguntamos cuál fue el aumento en el nivel de empleo, en la reducción de la pobreza y en el aporte a los ingresos fiscales.
Hay que lograr que la calidad del gasto social crezca a la par del crecimiento del Producto Interno Bruto.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial, del 2000 al 2011, el PIB per cápita creció a una tasa anual del 3.8 % comparado con un promedio de 2.9 % en la región. La desaceleración de la economía durante la crisis financiera del 2003-2004 condujo a un dramático incremento en la pobreza, con la mitad de la población quedando en esa condición. Para 2011, la tasa de pobreza había disminuido a 40.4 %, inclusivo más alta que el 2000 cuando registró 32%.
Se debe garantizar el acceso de los pobres al mercado laboral e incrementar la demanda por su mano de obra, de manera que se haga un uso eficiente del capital humano y facilite que los pobres se beneficien del crecimiento económico.
Si observamos el escenario, las perspectivas lucen oscuras, ya que en el próximo año se desgravarán varios productos industriales y agropecuarios que provienen de los países signatarios del acuerdo RD-Cafta, lo que implicaría la pérdida de cientos de empleos, ya que el país no se preparó para competir con esas naciones, y con pésimos índices de competitividad.
Aunque el crecimiento económico del país sigue elevado, el nivel de desempleo es de 14.9% actualmente, y la pobreza se acentúa, por lo que creemos que se deben establecer políticas para que los beneficios de la expansión del PIB se distribuyan de manera más equitativa.