Dicen que el presidente de la Cámara de Cuentas, el doctor Hugo Álvarez Pérez, no quiere que los periodistas lo molesten preguntándole por el generoso aumento de sueldo que se hicieron sus miembros, pero alguien debe informarle al funcionario, si es que no lee los periódicos ni mira televisión, que ese aumento cayó muy mal, que provocó incluso gran indignación, y que si no está camino a un juicio político es porque sus enllaves del PLD, que lo pusieron ahí, no lo permitirán. Pero no solo es de ese aumento de sueldo que el doctor Álvarez Pérez debe hablar, rendir cuentas, sino también sobre los gastos superfluos en los que ha incurrido la Cámara de Cuentas desde que le asignaron un mayor presupuesto, como los RD$73,475.00 que gastaron entre enero y febrero en cigarros finos los miembros del pleno, y los RD$296,506.10 que en diciembre pasado le pagaron a una empresa por concepto de “aguinaldo y arbolito”, para citar tan solo un par de ejemplos. O porqué le regala el almuerzo diario a sus mas de 500 empleados, en lo que invierte cada mes entre RD$900,000.00 y RD$1,300.000.00, un lujo que no se da ni siquiera una institución tan solvente como al Banco Central. Y es que tanta generosidad confunde, pero igualmente despierta dudas y suspicacias, alentando a los mal pensados a sacar conclusiones que no serían del agrado del doctor Álvarez Pérez. Lo ideal sería que debido a sus acciones y decisiones el presidente de la Cámara de Cuentas fuera interpelado en el Congreso Nacional, pero eso, insisto, no lo permitirán sus enllaves del PLD, que parece lo pusieron ahí para que, entre cuento y cuento, se dé la gran vida, como si actuaran bajo el cínico predicamento de que el dinero público no necesita dolientes ni fiscalizadores.