QUÉ SE DICE : Lucía en el candelero reeleccionista.-

QUÉ SE DICE : Lucía en el candelero reeleccionista.-

Claudio Acosta

No debe sorprender  a nadie, porque esa es la metodología al uso del reeleccionismo desde que el clientelismo echó raíces  en nuestra tropicalizada democracia, que la diputada Lucía Medina apele a la “lealtad” de los empleados públicos para exhortarlos a salir a las calles a defender al Gobierno, “porque los opositores están buscando llegar al poder para obtener sus puestos”. Y no anda descaminada la hermana del presidente Danilo Medina, quien a raíz del escándalo de las mochilas de Educación trasmutadas en propaganda politiquera para promover sus aspiraciones  a la Senaduría sufrió en carne propia el fuego cruzado de la opinión pública, pues según lo que  reveló ayer en su artículo semanal  el economista Bernardo Vega al menos un 24% de los votantes dependen del Gobierno, bien sea porque reciben un salario o son beneficiarios  de  programas  asistenciales  como el de las tarjetas Solidaridad. Hay que suponer, desde luego, que el empleado público al que lo obligaron a escuchar la perorata reeleccionista, y que para vengarse o hacer la maldad  subió a las redes sociales el audio que se convirtió en tendencia, no está de acuerdo con sus argumentos, pero ese no es el caso de la mayoría, que por conveniencia o necesidad se plegará resignada al chantaje. La consigna esgrimida por la legisladora, “aquí nos vamos a reelegir todos, no solo Danilo”, no es muy diferente a la de “reelección por reelección” con la que se convenció a los legisladores propios y de la oposición de que modificaran la Constitución para reinstalar  la reelección. Los resultados, en esta ocasión, podrían ser muy distintos,  aunque la diputada por  San Juan asegure, como quien cita a la Biblia,  que las encuestas dicen que el mandatario  tiene un 62% de la intención del voto. Porque pudiera  suceder, nunca se sabe,    que el precio que dijo estar dispuesto a pagar para servirle a la Patria resulte ser tan    alto que se quede sin candidatura, y nosotros sin democracia.

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