Claudio Acosta 
El regidor del PRSC en el ayuntamiento de San Cristóbal, Elvis Antonio Rosario Arias, acaba de protagonizar un hecho extraordinario en un país donde exhibimos con orgullo casi patriótico un monumento al clientelismo que desde que se inauguró fue bautizado como El Huacal: devolvió los 607 mil 235 pesos que habría cobrado durante el tiempo que “trabajó” en el ministerio Administrativo de la Presidencia. Pero no se ilusione ni crea usted, querido lector, que el susodicho sufrió un repentino ataque de honradez que, para su desgracia, no le fue diagnosticado a tiempo, o que una voz interior parecida a la conciencia le ordenó devolver lo que no le pertenece. Ese extraño comportamiento tiene una explicación: la denuncia de organizaciones comunitarias de San Cristóbal, que hicieron de conocimiento público que el regidor, que cobra 115 mil pesos mensuales mas 30 mil de dieta en el cabildo, retiraba mensualmente un cheque por valor de 65 mil pesos con doce centavos en el ministerio Administrativo de la Presidencia. Los denunciantes, sin embargo, no se conforman con la devolución pura y simple del dinero cobrado en violación a la ley; exigen que el regidor también pida excusas públicas a la sociedad de San Cristóbal como única forma de detener el proceso que dicen haber iniciado en varias instituciones fiscalizadoras del Estado. ¿Lograrán su objetivo las organizaciones agrupadas en el Bloque de Asociaciones Sociales y Comunitarias de San Cristóbal? Habrá que mantenerse atentos al digital “El Gráfico del Sur” del colega y amigo José A. Thomas. Mientras tanto, que conste que acabamos de presenciar un ejemplo de lo que puede hacerse, desde la ciudadanía empoderada, para obligar a los políticos que nos gobiernan desde los ayuntamientos y el Gobierno central a respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes, empezando por la que les prohíbe enriquecerse a costillas del Presupuesto Nacional.
