LONDRES. El servicio de correos británico, Royal Mail, anunció este martes un plan para suprimir unos 1.600 puestos de trabajo, escasos meses después de su privatización y de su salida a bolsa a finales del año pasado.
El grupo prevé también contratar o ascender a 300 personas, lo que llevará la supresión neta de unos 1.300 empleos, precisó en un comunicado.
«Royal Mail lanzará hoy una consulta formal con (los sindicatos) Unite y CWU» sobre una «propuesta de reducción de unos 1.600 empleos con 300 nuevos puestos de trabajo o ascensos», señaló el grupo que emplea a unas 150.000 personas en el Reino Unido.
Estas supresiones de empleos afectarán en primer lugar a los ejecutivos y, en menor medida, a los servicios administrativos.
El grupo asegura, sin embargo, que el plan no perjudicará a los carteros. El servicio de correos -que recuerda que unos 50.000 empleados abandonaron el grupo- asegura que suele reducir la plantilla sin despidos «donde es posible» mediante jubilaciones no reemplazadas, redespliegues y marchas voluntarias.
Estas supresiones de puestos de trabajo deben permitir al grupo ahorrar unos 50 millones de libras anuales (82 M de dólares, 60 M de euros) pero le obligarán a registrar gastos de reestructuración de 230 millones de libras (380 M de dólares, 275 M de euros) en el ejercicio 2013/14.
Royal Mail salió a bolsa a mediados de octubre en el marco de la mayor privatización en el Reino Unido desde la época de Margaret Thatcher y John Major, lo que provocó la ira de los sindicatos.