El rector de la Universidad Católica Nordestana (Ucne), monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, calificó ayer como “un desastre” la educación preuniversitaria dominicana y dijo esa realidad solo está exceptuada por algunos colegios privados.
Reconoció que la entrega del 4% del PIB a la Educación es una luz en el camino, pero recordó que para ver los resultados de los cambios implementados con esos recursos hay que esperar de 10 a 12 años.
Expresó que precisamente, en la universidad que dirige se chocan con la realidad de la deficiencia, cada vez que tienen nuevos ingresos de bachilleres.
“Los estudiantes llegan con lagunas terribles. En Macorís llegan algunos de colegios católicos, pero a nivel nacional es terrible como llegan nuestros estudiantes bachilleres; no tienen las herramientas para comenzar una universidad como Dios manda”, explicó el religioso.
Para revertir en parte la situación, la Ucne tiene el mecanismo de impartir, antes de la matriculación, talleres de nivelación de las materias básicas a todos los que muestran deficiencias en la prueba de ingreso que ordena realizar el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt).
Aunque no tienen el porcentaje de los que tienen que tomar clases de Español, Matemática, Historia y Naturales, el vicerrector académico Martín Ortega Then, dijo que son la mayoría.
Puso como ejemplo la gran cantidad de bachilleres que pierden becas, por la deficiencia con que llegan a las universidades. Mencionó como ejemplo lo ocurrido con la carrera de Educación.
Baja calificación obliga a modificar puntuación prueba. Ortega explicó que unos 1,300 bachilleres se sometieron a evaluaciones para ser becados por la Mescyt en Magisterio. Para ello debían pasar dos pruebas y solo 450 aprobaron la primera, que fue la Prueba de Orientación y Medición Académica (Poma), pero de esos 450 solo 36 aprobaron la segunda prueba conocida como ‘College Board’. “Se realizó una segunda convocatoria cinco o seis meses después y la realidad fue la misma, pero en otra universidad solo aprobaron 12, de manera que el desastre es nacional”, indicó.
El vicerrector Ejecutivo, rev. padre Isaac García de la Cruz, dijo que la realidad descubierta obligó a una reunión de las autoridades, que decidieron variar el método de evaluación.
Anteriormente los bachilleres debían acumular 1,350 puntos en tres exámenes de 450 puntos cada uno. En lo adelante serán 1,230 puntos, con dos exámenes de 450 puntos y un último de 330. Dijo que para modificar la prueba también se tomó en cuenta que el Gobierno tiene la meta de formar 20 mil profesores.