La Serie del Caribe de 1977 tiene un punto luminoso, que no podrá borrase con el tiempo, pues la hazaña realizada por Rico Carty, es una de las más estupendas en este tipo de evento, donde ayudó a los Tigres del Licey a conquistar su tercera corona en el Clásico de febrero de béisbol.
Carty se convirtió en el terror de los lanzadores que subieron a la lomita del estadio Universitario, en Caracas, Venezuela.
El toletero dominicano fue líder en carreras anotadas con 8; líder en empujadas con 10 y su mayor hazaña fue disparar cinco jonrones para implantar un record, además fue el jugador más valioso, por decisión unánime de los cronistas presentes.
Los titulares de los periódicos venezolanos cada día señalaban la soberbia actuación de Carty, donde se convirtió en una celebridad deportiva, donde los fanáticos en el estadio y el públicos en las calles de Carcas, se acercaban para saludar al toletero dominicano, por su actuación.
Se puede señalar, sin equivocación que el escenario de Caracas, fue preparado a la carta para que Carty coma a su gusto.
El toletero nativo de San Pedro de Macorís arrodilló a los lanzadores contrarios, pues no encontraban la forman como lanzarle y tenía el bate encendido.
La tropa que representó a la República Dominicana, en la tierra de Simón Bolívar, fue estructurada por el estratega Monchín Pichardo, de los Tigres.
La Serie del Caribe celebrada en 1977 en Caracas, Venezuela, contó con varios jugadores estelares de las Grandes Ligas, pero el dominicano Carty se convirtió en el rey del tradicional clásico de febrero, al implantar el récord de cuadrangulares además del Jugador Más Valioso, en el Clásico de Febrero, con los campeones de las Ligas de Béisbol de Invierno de cuatro países.
Con sus soberbios batazos, el nativo de San Pedro de Macorís ayudó a los Tigres del Licey a ganar su tercera corona en el evento que cuenta con la organización de la Confederación de Béisbol del Caribe, que preside el dominicano Juan Francisco Puello Herrera.
En esa oportunidad, los felinos ganaron la serie en forma invicta al lograr los seis partidos, contando con la dirección de Bob Rodgers, el mánager ganador, los Tigres realizaron la misma hazaña en el 1971, en San Juan de Puerto Rico, con seis triunfos y una sobresaliente actuación de Manny Mota, quien fue el mánager, líder en bate y el mejor jardinero central del evento.
Todo parece indicar que el escenario del Estadio Universitario fue preparado para el recio bateador Carty, quien implantó un récord de jonrones con cinco, además, se hizo dueño de otras marcas, donde le pegó ?fuego? al evento, concitando la atención de los miles de venezolanos.
En la serie se destacaron Teodoro Martínez y Mario Guerrero, que fueron incluidos en el equipo Todos Estrellas. Asimismo, la gran labor de los lanzadores Odell Jones y Ed Haliki, con dos victorias sin derrota cada uno. La serie anterior, en 1973, los felinos también se adueñaron de la corona, justa celebrada en el Estadio Universitario, de la capital de Venezuela.
En la temporada de 1977, los felinos quedaron en el segundo lugar en el torneo de invierno; luego, en la semifinal, vencieron a los Leones del Escogido 3-0 y en la final a las Águilas Cibaeñas, para obtener el visado de visita la patria de Simón Bolívar. A Carty, el comandante del batallón, le acompañaron del conjunto de los campeones nacionales: Rafael Landestoy, Manuel Mota, Bob Beall, Teodoro Martínez, Ike Hampton, Tomás Silverio, Pedro Borbón, Jesús Alou, durante el clásico. El jardinero Sammy Mejía sustituyó a Cesarín Jerónimo, quien tenía compromiso con Cincinnati
Además estuvieron como refuerzos el panameño Rennie Stennet y Odell Jones, que jugaron con las Aguilas Por los Leones Federico Velásquez, Mario Guerrero y Mejía, en la justa.
La tropa azul que fue estructurada por Monchín Pichardo ganó su segunda corona en este clásico en forma invicta con 6-0. El equipo de los felinos salió como favorito.
Seleccionados
Carty lideró el Clásico Caribeño en jonrones (5), anotadas (8) y empujadas (10) para ganar los honores de Jugador Más Valioso en ruta al equipo que ganó los seis partidos que jugó bajo la dirigencia de Bob Rodgers. Los periodistas que estuvieron en el evento celebrado en el Estadio Universitario, escogieron del Licey cinco puestos en el equipo Todos Estrellas. Los lanzadores Odell Jones y Ed Halicki. El paracorto Teodoro Martínez, el tercera base Mario Guerrero y el dirigente Bob Rodgers, por su gran actuación durante los seis partidos que vieron acción en la serie. Los directivos de los equipos participantes resaltaron el trabajo de Monchín Pichardo, en la conformación del combinado que fue un terror en el evento.