Indianápolis (EEUU).- Alexander Rossi fue la gran sorpresa ayer en el circuito del Motor Speedway de Indianápolis, donde el debutante estadounidense se proclamó campeón de la centenaria prueba de las 500 Millas. Rossi, que solo estuvo 14 vueltas al frente de la carrera, en la que se completaron 200, admitió al concluir la prueba que era el primer sorprendido por la manera como se dieron las cosas para que pudiese proclamarse campeón del que se considera «El Mayor Espectáculo del Automovilismo» en Estados Unidos.
«No tengo ni idea de cómo nosotros hemos podido ganar esto», declaró Rossi, de 24 años, al concluir la carrera. «Pero es un resultado maravilloso para Andretti Autosport», agregó.
Rossi, que se convirtió en el primer Novato del Año en ganar la prueba desde que en 2001 lo hizo el brasileño Helio Castroneves, que también luchó hasta el final para conseguir lo que hubiese sido su cuarto triunfo, nada más cruzar la línea de meta se quedó sin combustible.
Precisamente, la estrategia del equipo de no querer hacer la última parada en pits para poner combustible, cosa que sí hicieron el resto de los rivales, incluido el colombiano Carlos Muñoz, de 25 años, que fue segundo, significó la victoria de Rossi. «Estaba preocupado de que en un momento determinado ocupábamos el puesto número 33 y luego tiramos los dados y las cosas se fueron dando hasta hacer posible la victoria», explicó Rossi. «Es algo increíble y no tengo duda de que me va a cambiar la vida». Ante los 320.000 espectadores que llenaron por primera vez en la historia de las 500 Millas de Indianápolis las gradas, Rossi reconoció que hace un año estaba en Mónaco sin conocer cuál sería su futuro.
«No tenía ni idea que estaría en la competición de la IndyCar. No tenía idea que pudiese competir en las 500 Millas», declaró Rossi ante los aficionados.
Rossi dio todo el crédito a la estrategia que desarrolló el equipo Andretti Herta Autosport con Curb-Agajanian, que le permitió alcanzar el liderato y luego la victoria.
El joven corredor estadounidense se convirtió en el ganador número 70 en la historia de las 500 Millas de Indianápolis y será también la cara número 103 que aparezca en el famoso trofeo Borg-Warner que se entrega al vencedor. Por su parte, el legendario excorredor Michael Andretti, dueño del equipo del piloto ganador y también del segundo puesto que ocupó Muñoz, celebró por todo lo alto la centenaria carrera en la que tanto protagonismo ha tenido su familia.