Las sanciones occidentales están llevando a Rusia hacia la recesión y las penurias podrían agravarse si los líderes de Estados Unidos y Europa le aprietan las clavijas por las tensiones en Ucrania.
Bancos como el estatal VTB Capital dicen que la novena economía del mundo se contraerá durante por lo menos dos trimestres si las sanciones por la anexión de Crimea agitan los mercados, frenan las inversiones y elevan el costo del crédito.
Las sanciones, que hasta ahora se han centrado en los particulares mediante la suspensión de visas y el congelamiento de activos, podrían extenderse a sectores específicos de la economía.
La popularidad del presidente Vladimir Putin llegó al nivel más alto en cinco años al volver a incorporar a Crimea a Rusia después de sesenta años y el dirigente dice que no cambiará de opinión por las represalias extranjeras.
Aun así, los costos de la decisión están empezando a hacerse sentir, ya que las acciones rusas este año son las de peor desempeño y la economía probablemente sufra más que Occidente, dijo Mircea Geoana, representante de diplomacia y proyectos económicos del gobierno de Rumania.
“Estamos presenciando el comienzo de una nueva Guerra Fría geopolítica y económica y creo que llevará por lo menos dos o tres años llegar a algún tipo de equilibrio”, señaló. “El que pagará la factura por esta agresión -por más popular y patriótica que parezca- será el pueblo ruso porque hay una gran diferencia entre el poder económico de la UE y los EE.UU. y el de Rusia”.
Mientras, el índice accionario Micex de Rusia se desplomó 13.1 por ciento este año frente a una caída de 4.9 por ciento del Índice MSCI Emerging Markets.
El rublo es la segunda moneda de peor desempeño frente al dólar detrás del peso argentino entre las 24 monedas de mercados emergentes cuya evolución sigue Bloomberg, ya que se debilitó 8.9 por ciento.
Luego de que Estados Unidos el 20 de marzo amplió las sanciones para que incluyeran a los hombres de negocios vinculados a Putin, como los multimillonarios Gennady Timchenko y Arkady Rotenberg, Standard Poor’s y Fitch Ratings modificaron su perspectiva sobre la calificación crediticia de Rusia de estable a negativa, lo que indica que lo más probable que puede ocurrir a continuación sea una rebaja.
Las dos agencias de calificación, que dijeron que los bancos occidentales se están tornando reacios a otorgar préstamos a Rusia, califican al mayor exportador de energía con BBB, el segundo grado de inversión más bajo y a la par de Brasil y Sudáfrica. Antes de la pulseada con Occidente, la peor desde la Guerra Fría, la economía rusa se enfrentaba al crecimiento más débil desde la recesión de 2009 en tanto la demanda de los consumidores no ha podido compensar la debilidad de las inversiones.