POR MARÍA MERCEDES
CASA DE CAMPO, La Romana. El cuento de hadas que inició en París el pasado mes tuvo un final feliz, aquí en Quisqueya, país de los protagonistas. Y es que en la Ciudad luz, donde se habla el idioma del amor, Sammy Sosa le propuso a su esposa Sonia casarse por la Iglesia Católica, cuando celebraban su cumpleaños en el restaurante Le Etoile.
La ceremonia religiosa de este bateador, – que tiene 574 cuadrangulares de por vida y que se convertirá en el quinto pelotero en superar los 600 vuelacercas- fue oficiada en la iglesia San Estanislao de Altos de Chavón por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, monseñor Agripino Núñez Collado y Víctor García, párroco de la iglesia.
Asumiendo el protocolo de este tipo de celebración, Sammy Sosa llegó a las 7:50 p. m., en compañía de su madre Mireya , madrina de la boda, en un Mercedes Benz 500 plateado. Cinco minutos después arribó Sonia en el mismo automóvil. Ella, quien fue escoltada por su hermano Marco Antonio Rodríguez, padrino del enlace, lucía radiante con un vestido y velo blanco confeccionado por el diseñador francés Stephane Saulier, quien tiene su atelier en Place Vendôme, París. En sus manos llevaba el anillo que le regaló su esposo en París y un llamativo ramo de rosas rojas.
En esta misa que contó con la presencia del presidente de la República Leonel Fernández y la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, uno de los momentos más significativos fue cuando a viva voz la pareja dijo sí, acepto. Sin duda, estaban felices. Los acelerados latidos de sus corazones y el coqueteo de sus miradas lo delataban.
Desde afuera, se escuchaban hermosos cánticos y canciones interpretadas por el coro Melodía, dirigido por Carolina Hernández, algunas de estas fueron: Eres tú, del grupo Mocedades y Como han pasado los años, de Rocío Durcal, canción que reflejaba lo que ocurría, pues como reza una estrofa- allí estaban frente a frente como dos adolescentes que se miraban sin hablar.
A las 8:55 p. m., la pareja que tiene doce años de casados por lo civil y que han procreado cuatro hijos: Keysha, Kenia, Sammy Junior y Michael salió de la iglesia para seguir mostrando su amor, pero esta vez al público que ansioso les esperó por más de una hora. Un beso selló el efusivo aplauso, seguido de la exclamación ¡vivan los novios, viva Sammy Sosa!.
Minutos después, salió el presidente de la República Leonel Fernández, acompañado por su esposa Margarita Cedeño de Fernández. El mandatario expresó: Sosa es un ejemplo de superación personal. Estamos muy contentos por este momento tan importante como es su boda por la iglesia. Él es un símbolo para la juventud, pues ha demostrado que con un fuerte trabajo se puede salir adelante.
En medio de un cielo poco estrellado, pero que se iluminaba con los flashes que no dejaban de captar ese acontecimiento, así como de la fría brisa que soplaba en ese lugar que parecía encantado, los tortolitos se montaron en un coche pintado con los colores de la bandera y adornado con margaritas blancas, donde fueron entrevistados por los periodistas, momento en que salió a relucir que ambos quieren tener dos hijos más. Sonia dijo: Sammy quiere gemelos y él agregó si, pero debo seguir bateando. Como en las películas de amor, este coche que los transportó hasta el vehículo nupcial llevaba cinco latas que emitieron el sonido tradicional de júbilo para los esposos y sus invitados.
A su llegada a la villa para dar inicio a la recepción nupcial desfilaron por la alfombra roja y por un instante se colocaron a la derecha, justo donde fue inflado un globo blanco que en letra roja decía: Samuel y Sonia para siempre.
Luego de que los invitados hacían su pasarela eran conducidos al patio trasero de la mansión que está a pocos pasos del mar, con una pequeña marina y playa privada. Allá estaban colocadas las 40 mesas adornadas con cubertería plateada y un espectacular arreglo con rosas blancas. Esta sobria, pero elegante decoración estuvo a cargo de las diseñadoras Annie Canaán de Bonetti, Wendy Pérez de Peynado y Diane de Gigante, quienes hicieron una decoración de fiesta, pues utilizaron detalles florales en lirios, rosas, hortensias y orquídeas blancas.
En ese ambiente impregnado de felicidad y de energía positiva, los esposos saludaron con mucha alegría a sus invitados y disfrutaron de su fiesta hasta la madrugada.