Joseph Blatter anunció ayer su dimisión como presidente de la FIFA tras los escándalos por corrupción que sacuden al organismo y la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir a su sucesor.
Blatter, de 79 años y en el cargo desde 1998, había sido reelegido para un quinto mandato el pasado viernes en Zúrich en un congreso marcado por la detención de varios dirigentes acusados de corrupción. El dirigente suizo justificó su decisión en la necesidad de que la FIFA «necesita una profunda renovación frente a los desafíos que no se detienen», en una conferencia de prensa este martes por la tarde en Zúrich.
«Aunque fui reelegido, no tenía el apoyo de todo el mundo del fútbol», añadió Blatter en referencia sobre todo a la oposición de la confederación europea (UEFA) a su reelección.
Su renuncia se produce menos de una semana después de que la policía suiza detuviese, a instancias de las autoridades judiciales estadounidenses, a siete dirigentes de la FIFA, entre ellos dos vicepresidentes del organismo, en un hotel de Zúrich, acusados de haber recibido 150 millones de dólares en sobornos.
El nuevo presidente del organismo se elegirá en un congreso extraordinario que la FIFA convocará entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, según anunció la mayor institución del fútbol.
Sigue Ali Bin. El príncipe Ali bin al Hussein de Jordania, derrotado en las elecciones a la presidencia de la FIFA el pasado viernes, volverá a optar al cargo, una vez confirmada la dimisión del máximo rector de la institución, el suizo Joseph Blatter, anunciada este martes, aseguró a la AFP uno de sus adjuntos. «En el caso de nuevas elecciones, el príncipe Ali está listo», declaró Salah Sabra, vicepresidente de la Federación Jordana de Fútbol que preside el candidato derrotado por Blatter, añadiendo que el príncipe jordano está dispuesto a hacerse cargo de la presidencia de la FIFA «de manera inmediata si así se lo piden los dirigente.
10 millones. La FIFA reconoció ayer haber hecho una transferencia de 10 millones de dólares «para el desarrollo del fútbol en el Caribe», pero negó que su secretario general Jérôme Valcke, mano derecha de Joseph Blatter, estuviera implicado.
Mientras la FIFA sigue sacudida por el escándalo de corrupción, el New York Times informó el lunes de que el francés Jérôme Valcke transfirió 10 millones de dolares a cuentas administradas por el ex vicepresidente de la institución, Jack Warner, imputado por la justicia estadounidense. La FIFA precisó que este pago fue autorizado por el antiguo presidente de la comisión de Finanzas, el argentino Julio Grondona, fallecido el año pasado. «En 2007, como parte del Campeonato del Mundo 2010 en Sudáfrica, el gobierno sudafricano aprobó un proyecto de 10 millones de dólares para ayudar a la diáspora africana en el Caribe», indicó la FIFA en un comunicado, precisando que esta suma provenía del comité de organización del Mundial.
«El pago de los 10 millones fue autorizado por el presidente de la comisión de Finanzas y ejecutado conforme a las normas de la FIFA», añadió la organización. «Ni el secretario general, Jérôme Valcke, ni ningún alto responsable de la FIFA estuvieron involucrados ni en el inicio, ni en la aprobación ni en la puesta en marcha del proyecto», prosiguió FIFA. Valcke, de 54 años, se unió a la FIFA en 2003 como director de márketing después de haber trabajado en la cadena de televisión Canal Plus. En 2007 se convirtió en secretario general, fue despedido.