Christoph Rauwald
La cultura de Silicon Valley del buzo con capucha se cobra una víctima en los guardarropas de la élite de las salas de reuniones de la industria alemana: la corbata. A medida que la digitalización cambia la industria automotriz, también evolucionan los códigos de vestimenta, dijo Dieter Zetsche, el máximo responsable ejecutivo de Daimler AG. Zetsche, que tiene 62 años y fue uno de los primeros en abandonar la corbata, habló en una reunión de ejecutivos y posibles reclutas enfundado en jeans angostos, camisa blanca y chaqueta. Por supuesto, sin corbata. Mostró una imagen de Mark Zuckerberg, el máximo responsable de Facebook Inc., con su característico atuendo de buzo con capucha y sandalias plásticas Adidas.
“También en nuestra fábrica de Sindelfingen se ve esto más a menudo”, dijo Zetsche, haciendo referencia a la planta centenaria donde se fabrica el emblemático sedán Clase S de Mercedes-Benz.
Zetsche no es el único que se distiende. El tradicional símbolo de seriedad desaparece con rapidez de los cuellos de altos ejecutivos de tradicionales compañías alemanas desde Volkswagen AG hasta Robert Bosch GmbH y Siemens AG. El mensaje subyacente es que las empresas alemanas se apresuran a demostrar que pueden adaptarse al mundo digital y reformular su manera de hacer negocios.
La nueva informalidad en ocasiones llega desde arriba, y ese debe haber sido el caso cuando los principales ejecutivos de VW dejaron la corbata en casa al asistir a una reunión gerencial en diciembre.
Innovación. “Si se quiere mostrar al mundo que se es innovador, no hay que usar corbata”, dijo Manfred Abraham, un socio de la consultora de administración de marcas BrandCap, que tiene sede en Londres.
El mes pasado, altos ejecutivos de Bosch –que tiene 130 años de antigüedad- evitaron la corbata en su recepción anual con los medios, que este año se trasladó de la residencia revestida con paneles de madera del fundador, Robert Bosch, a una nueva “zona de innovación” ubicada en Renningen, en el sur de Alemania. “Aquí en Renningen, la ‘Stanford’ de Bosch, emergen las innovaciones de mañana”, dijo a sus invitados el máximo responsable, Volkmar Denner.
El máximo responsable ejecutivo de Siemens, Joe Kaeser, ya ha transitado la reformulación a imagen y semejanza de Silicon Valley. Tras su paso por California, volvió a Alemania como Joe, no Josef. También eliminó su tradicional bigote (a diferencia de Zetsche, que dijo que nunca abandonaría el suyo). En un evento del año pasado destinado a promocionar las inversiones de Siemens en emprendimientos, Kaeser y el máximo responsable de tecnología, Siegfried Russwurm, se presentaron con el cuello de la camisa abierto y se llamaron mutuamente “Sigi” y “Joe”.