“Las amenazas de juicio político al Procurador Domínguez Brito por investigar un caso de corrupción es tan asqueante como el caso en cuestión”. Y tiene razón la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, comprensiblemente indignada ante la versión de que diputados del PLD planean interpelar al Procurador General de la República, bajo la acusación de participar en actividades político-partidarias en violación a la Constitución y la Ley Orgánica del Ministerio Público. Pero la Fiscal del Distrito Nacional no ha sido la única en expresar su inmediato rechazo a ese despropósito, pues con igual contundencia se han expresado el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, quien dijo que ese hemiciclo no acogería una petición de esa naturaleza, y Reinaldo Pared Pérez, expresidente del Senado y secretario general del PLD, quien mostró su total desacuerdo. La cacería contra Domínguez Brito estaría motivada, según la denuncia periodística que ha provocado todo el alboroto, en que sectores del peledeísmo han interpretado como un “golpe bajo” contra Leonel Fernández la investigación, por presunta corrupción y lavado de activos, contra el senador por San Juan, Félix Bautista, sin que todavía se entienda bien porqué desde el leonelismo se insiste en ligar la suerte política del exmandatario a las peripecias judiciales del hiperactivo legislador. También existe la posibilidad de que todo sea un invento, una información cuyo único propósito es crear malestar con la intención de dividir al partido oficial, como asegura el vocero de la bancada peledeísta en la cámara baja Rubén Maldonado. Tal y como están las cosas uno quisiera que sea Maldonado, quien afirma que ese tema nunca ha sido tratado entre los congresistas del PLD, quien tiene la razón. Y es que sería el colmo del cinismo, una auténtica aberración, sentar en el banquillo al doctor Domínguez Brito por cumplir con su deber de perseguir la corrupción.