Es urgente controlar la sedimentación de la presa de Valdesia, pues de no hacerse su producción se reducirá hasta en un 50 por ciento en 10 años.
Así lo advirtió el ingeniero Teodoro Tejada, expresidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), quien expuso que la forma más viable de corregir esta sedimentación es el dragado, aunque es caro y podría costar US$200 millones. Pero puede hacerse en un plan de trabajo y en principio solo invertir US$80 millones.
Informó que a nivel general todas las presas del país poseen más del 40% de sedimentación, lo que disminuye en la misma proporción su capacidad de almacenamiento de agua, por lo que el plan de trabajo al respeto debe ser a nivel nacional.
Indicó que Valdesia aporta agua al Gran Santo Domingo, Baní y San Cristóbal. Agregó que Valdesia alimenta la Capital con un aporte de siete metros cúbicos por segundo, de los cuales un metro cúbico por segundo se deriva hacia el acueducto de San Cristóbal, a su paso por esta ciudad.
De acuerdo a datos de Tejada, el río Nizao tiene cuatro presas a lo largo de su recorrido. Las dos primeras que se construyeron en los años 70 fueron Valdesia y su contraembalse Las Barías, inauguradas ambas en 1975. Posteriormente se construyeron dos presas más aguas arriba de Valdesia, Jigüey y Aguacate. En ese orden.
Es decir que el río Nizao es uno de los ríos más generosos que tiene el país, y en el caso de la presa de Valdesia, esta además genera energía eléctrica.