KUWAIT. Los países del Golfo, con Arabia Saudita a la cabeza, parecen poco dispuestos a aceptar reducir la producción petrolera sin conservar su parte de mercado, estiman los analistas antes de la reunión de la OPEP el 27 de noviembre en Viena.
La posición de Arabia Saudita, los Emiratos Arabes Unidos, Qatar y Kuwait será crucial en Viena cuando se trate de reducir la producción para frenar la caída de los precios.
Desde junio, en un mercado extremadamente competitivo, el precio del petróleo bajó 30%. Esos cuatro países producen 16,2 millones de barriles por día (mbd), lo que corresponde al 52% de la producción de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Las exportaciones de esos cuatro países representan los dos tercios de las exportaciones del cártel petrolero.
Los otros miembros de la OPEP quieren ver a esos países «asumir lo esencial de cualquier reducción de la producción», indicó el experto petrolero kuwatí Kamal al Harami. «Pero es poco probable que acepten tal reducción salvo que otros tomen la iniciativa.
Necesitan garantías de que otros países de la OPEP o productores que no forman parte del cártel» no van a aprovechar la situación, agrega. La debilidad de la economía mundial, la sobreproducción, el aumento de la producción de petróleo de esquisto y un dólar fuerte, combinado con una escasa demanda, llevaron el precio del petróleo a su punto más bajo desde hace cuatro años.
La caída de los ingresos petroleros comienza a afectar a los productores cuyas finanzas dependen del petróleo, ya formen parte o no de la OPEP. Con el objetivo de frenar la caída del precio del petróleo, Venezuela exhortó a organizar una reunión OPEP/no OPEP y se asoció con Ecuador para pedir una reducción de la producción.
«El temor de ver a los países que no integran la OPEP aumentar la producción incita a la prudencia a la mayoría de los países de la OPEP», señala Jaled Bodai, de la consultora Horizon Administrative Consultations. «El interés se centra actualmente en Arabia Saudita, si el país va a ceder o no a las presiones de la OPEP para reducir la producción», dijo Michael McCarthy, jefe de estrategia de CMC Markets en Australia.
«Los países del Golfo resistirán con fuerza cualquier pedido» en ese sentido, añade el economista Abdulwahab Abu-Dahesh.
«La batalla es por el mantenimiento de las cuotas de mercado y reducir la producción significa perderlas», agrega.
Dos tercios de las exportaciones sauditas van a Asia, menos del 20% a Estados Unidos y 10% a Europa, según cifras estadounidenses. Kuwait dirige 75% de sus exportaciones a Asia, donde los Emiratos Árabes Unidos y Qatar colocan la mayor parte de su petróleo.
En los últimos 12 meses, Estados Unidos llevó su producción a 8,5 mbd, gracias al petróleo de esquisto, y redujo sus importaciones de 1,2 millones de barriles diarios, que ahora son de 5,2 mbd. Las exportaciones saudíes a Estados Unidos pasaron de 1,5 mbd en julio a menos de 900.000 barriles por día en agosto, pero Arabia Saudita sigue siendo el segundo mayor proveedor de ese país después de Canadá, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
«Los países del Golfo tienen más interés en la lucha por la cuota de mercado y en rechazar la reducción de la producción. Esto hará que los precios bajen», pero perjudicará a los países «que producen a costos importantes», dijo Abu Dahesh.
Mohammed al Sabban Suroor, un exasesor del ministro de petróleo de Arabia Saudita, dijo que esperaba una renovación de las cuotas de producción de la OPEP.
La OPEP produce un poco menos de 31 millones de barriles por día, un millón por encima del tope fijado. Según los analistas, una reducción de 1 a 1,5 millones de barriles por día podría detener la caída de los precios sin invertir la tendencia.