Washington. Al grito de “no es mi presidente” y armados con pancartas, velas y canciones, decenas de miles de personas volvieron a tomar el sábado por la noche las calles de las principales ciudades de Estados Unidos para mostrar su rechazo al triunfo electoral del republicano Donald Trump.
Frente a la Casa Blanca, una multitud se congregó en silencio y con velas, mientras algunos manifestantes se agarraban de las manos, sostenían pancartas con mensajes como “construyamos puentes no muros” o cantaban “Imagine” de John Lennon, himno pacifista mundial. Entre los manifestantes de la capital del país, había hispanos, estudiantes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales y personas que se identificaron como parte de la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB).
La estampa se repitió en los parques, calles y plazas de una treintena de ciudades de Estados Unidos por cuarta noche consecutiva dentro de un movimiento de indignación bautizado como “Not my president” (No mi presidente) y que parece haber comenzado a organizarse tras las elecciones del 8 de noviembre. Para el 20 de enero, día en el que asumirá el poder Trump, los activistas han convocado una gran protesta frente al Congreso, una iniciativa a la que acaba de sumarse otra convocatoria diferente que llama a las mujeres a concentrarse en Washington un día después de que el millonario ocupe la Casa Blanca.
Mientras iniciativas de este tipo cobran fuerza en las redes sociales, en las calles de Los Ángeles y Nueva York se vivieron algunas de las protestas más multitudinarias. Con mensajes como “Demostremos al mundo cómo actúa el voto popular”, miles de personas llegaron hasta las puertas de la Trump Tower de Manhattan, donde vive y tiene sus oficinas el magnate.