No es nada de lo cual pueda presumir o sentirse orgulloso, a tanto cinismo no ha llegado todavía, razón por la cual hay que entender que el senador Félix Bautista se sienta incómodo y molesto en tan selecta compañía.El legislador ha sido incluido por Transparencia Internacional en una lista de la ”Gran Corrupción del Mundo”, en la que también figuran personajes como el expresidente de panameño Ricardo Martinelly y casos tan sonados como el de Petrobras, de la que los ciudadanos del planeta deberán escoger, votando por Internet, a un ganador, como parte de una campaña contra la delincuencia económica en el sector público que han bautizado “Desenmascara al Corrupto”. Me dicen que el senador ocupa el primer lugar seguido de la petrolera brasileña, y que incluso podría ser el ganador si sus compatriotas, que no han podido ajustar cuentas, por culpa de la impunidad, con su corrupto favorito, se vuelcan masivamente en su “apoyo” como ocurrió con Martha Heredia.
Ni con oraciones-Como hay de todo en la Viña del Señor el Padre Luis Rosario, Coordinador de la Pastoral Juvenil, propone otra forma de enfrentar las intemperancias del embajador de Estados Unidos James W. Brewster, mas piadosa que la ruidosa iracundia del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. El sacerdote está convencido, al igual que el Cardenal, de que el diplomático vino aquí a promover la homosexualidad, pero no cree necesario que salga del país para que nos podamos quitar ese incordio de encima. Por eso pide a su feligresía que ore para que se produzca un cambio de actitud en Brewster, y deje de meter sus imperiales narices en nuestros asuntos. No dudo del poder de la oración que, según dicen, ha producido muchos milagros, pero desde siempre he escuchado que hay “espíritus” a los que no le entran ni las oraciones, y a los que solo es posible alejarlos con un ¡vade retro satanás!