Luego de cinco días de lluvia la normalidad asoma en el país. No muchos han podido abastecerse de alimentos, así que manos a la obra y con lo que quede en casa prepare un rico caldo
POR LILY LUCIANO
¡Esta lluvia me huele a sopa, a sancocho o asopao! Esta frase se les escucha decir a más de una persona, y es que los caldos tienen la particularidad de gustarle a todos, y caer bien especialmente durante los días lluviosos.
Los caldos son platos sencillos de preparar. Puede hacerlos en base a uno o varios productos, que de acuerdo al país o la cultura pueden variar por completo. Como bien su nombre lo indica, un caldo es un alimento líquido. Puede elaborarse a base de vegetales, carnes, pescados o mariscos.
La gastronomía dominicana ofrece variopintas ofertas de caldos; sin embargo, el más conocido y famoso es el sancocho, un sabroso plato en el que se utilizan varias carnes, víveres y vegetales. Su aspecto varía según la región del país, sin embargo, en esencia siempre es lo mismo. Uno de los caldos más sabrosos y que es pedido en los restaurantes como entrada es el gazpacho, original de Andalucía. Esta sopa fría se prepara principalmente a base de tomates, ajíes, cebolla y pan de dos días; tiene un color naranja oscuro, dependiendo de los ingredientes. Es ideal para cuando hace calor y usted no quiere cocinar, pues no requiere de la estufa.
En tanto, el caldo de pescado o fumet es un plato vasco pedido previo a degustar algún otro plato de pescados o mariscos para preparar el estómago ante la llegada de una receta fuerte. Al fumet se le puede agregar cangrejos y, como toque exquisito un chorrito de vino blanco.
Un caldo que forma parte de la gastronomía de diferentes países es el consomé, una deliciosa cocción que puede ser preparada con carnes, pescados y vegetales -con o sin sal-. Aunque muchas personas lo califican como comida de enfermos, la realidad es que es una reconfortante entrada que debe ser servida bien caliente.
Una rica variante de este último es el consomé mexicano , elaborado con pollo, claras de huevos cocidas, cilantro, chiles jalapeños y aguacate. A diferencia de otras culturas, en México este consomé se come como plato fuerte.
La cocina japonesa no se queda atrás y, en cuestión de caldos, ofrece una gran variedad. Tal es el caso del sukiyaki, un caldo de ternera y verduras que se sirve con un huevo hervido.
La gastronomía China le rinde mucha importancia a los caldos y a las sopas, la gran diferencia consiste en que los chinos no lo toman previo al plato fuerte, como en otras culturas, sino que se disfruta entre cada plato o al final de la comida. En una cena o comida de celebración en China, que consiste de aproximadamente 12 platos fuertes, se incluyen 2 ó 4 caldos.
Los caldos chinos, conocidos como Chin tang, por lo regular se preparan de carnes o costillas de cerdo, siempre con un toque de jengibre.
Cambiando el rumbo hacia Sudamérica, en Perú hay un caldo tan famoso que ha roto récord de preferencia: la sopa a la minut, elaborada a base de carne de res, leche evaporada, huevos, fideos y hiervas aromáticas.
No en todos los países valoran el caldo tanto como para considerarlo un alimento sagrado. En el caso de Colombia es considerado como un levanta muertos o cura luego de una noche de rumba. El caldo oficial de los colombianos es el sancocho, cuya elaboración es muy similar al dominicano, con la variante de que el ingrediente primordial es la carne de gallina.
Sancocho
Ingredientes:
1 pollo cortado en piezas
5 chuletas cortadas en cuadros
2 libras de carne de res, preferiblemente de pecho
11/2 libra de yuca cortada en trozos
1 libra de papas cortada en trozos
3 plátanos cortados en rodajas
11/2 libra de ñame blanco, cortado en trozos no muy pequeños, para que no se desbarate.
1 libra de yautía cortada en trozos
1 libra de auyama cortada en trozos
3 mazorcas de maíz cortadas en rodajas.
Para preparar el sazón
1 ají cubanela
½ ramito de perejil
1 cebolla roja picada
Ajo al gusto
5 hojitas de cilantro ancho
Caldo de pollo (opcional)
2 cucharaditas de jugo de naranja, para agregar al final.
Preparación:
En una sartén o cardero vierta dos cucharadas de aceite. Cuando esté caliente vierta ¼ cucharadita de azúcar y en cuanto esté dorada vierta la carne ya sazonada (si desea puede cocinar las diferentes carnes por separado, para evitar que el pollo se desbarate). Se deja cocinar por ½ hora aproximadamente. Luego se saca la carne de la sartén o cardero y se coloca en un recipiente aparte.
Si la carne fue cocida en un cardero, ahí mismo, sin fregar, se agrega agua hasta la mitad, se vierten los víveres, excepto la auyama, que se va a agregar 15 minutos después para evitar que se desbarate. Se agrega un poco de verdura, 2 dientes de ajo machacado y sal al gusto. Se deja hervir hasta que se ablanden los víveres, se vierte la carne y se deja espesar un poco. Si no logra conseguir que se espese, puede licuar un poco de la auyama y echársela hasta lograr el espesor deseado. Al final se agregan las dos cucharadas de jugo de naranja y ¡ listo!