Más de 1,4 millones de refugiados esperan tener la oportunidad de trasladarse este año de forma definitiva y por razones urgentes a un tercer país, frente a los poco más de 39.000 que tuvieron esta suerte el año pasado, reveló hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El reasentamiento es una medida destinada a refugiados con necesidades particulares de salud o protección, pero solo una muy pequeña fracción de ellos consigue una plaza en alguno de los países que las ofrecen.

Al conmemorarse este 20 de junio el Día del Refugiado, el organismo señaló que se ha alcanzado el récord de más de 100 millones de personas desplazadas de manera forzosa en el mundo, de los cuales unos 30 millones son refugiados y más de 5 millones son solicitantes de asilo (a la espera de recibir el estatus legal de refugiados).

Frente a esas enormes cifras, en los dos últimos años algo así como un 0,1 % lograron ser reasentados, lo que refleja en parte el impacto de las restricciones por la pandemia, de conflictos que se perennizan y nuevas situaciones de desplazamiento forzoso.

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Todo ello ha llevado a las cifras más bajas de reasentamientos en más de veinte años, indicó a la prensa la portavoz del ACNUR, Shabia Mantoo, en Ginebra.

“Estamos viendo un aumento sustancial (de refugiados que necesitan ser reasentados) y en la ausencia de paz y de perspectivas de retornos voluntarios cada vez hay más necesidades”, explicó, tras señalar que en 2023 se requerirá reubicar a unos dos millones de refugiados.

Mientras que los 149 países que han ratificado la convención internacional sobre refugiados están legalmente obligados a ofrecer protección temporal a quienes sufren de persecución y han tenido que abandonar sus países por esta razón, el reasentamiento de refugiados es un acto voluntario de los Estados, que ofrecen una residencia permanente al refugiado.

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Los países que más plazas de reasentamiento ofrecieron el año pasado fueron Canadá, Suecia y Estados Unidos, en este orden.

El ACNUR prevé que las mayores necesidades de reasentamiento se verán en países de asilo en África, donde más de 660.000 necesitarán ser trasladados de forma permanente a otros países, seguidos de refugiados que actualmente se encuentran en Oriente Medio, el norte de África y Turquía.

Por países de origen, los refugiados sirios representan la población con la mayor necesidad de reubicación por séptimo año consecutivo y siguen siendo -a pesar de la guerra en Ucrania- la crisis de refugiados más grave del mundo.

Los afganos son el segundo grupo con más necesidad de reasentamiento, seguidos de refugiados de la República Democrática del Congo, Sudan del Sur y Birmania, en este caso sobre todo personas de la minoría rohinya, víctimas de persecución por parte del Estado, según ha constatado la ONU y diversos organismos de derechos humanos.