Una investigadora musical y pianista norteamericana advirtió que ritmos fundamentales de o afro-dominicano, como el congo, la sarandunga y la salve, corren el peligro de ser culturalmente ignorados, por el discrimen social a que ven sometidos sus intérpretes.
La pianista estadounidense, Sarah Plovnick presentó en el Centro Cultural Banreservas y con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en el país y la colaboración de la Dirección Nacional de Folklore (Dinafolk), los resultados de su investigación sobre la fusión del jazz y la música afro dominicana.
Plovonick destacó que estos ritmos carecen de reconocimiento social y del impulso del mercadeo de la industria del disco, debido a que sus intérpretes viven en zonas rurales y son ritmos que se enseñan de oído.
“La importancia del congo, la sarandunga y la salve es subvalorada por la clase social de la que se originan, lo que impide su difusión a otras regiones del mundo” afirma la investigadora.
La experta afirmó que estas corrientes musicales son fruto de la expresión de pueblos marginados, por lo que comparten el mismo sentir y justifica su combinación creativa por los artistas dominicanos.
Sin embargo, explicó que alcanzar ese cometido el trabajo que realizó Plovnick se debe al programa Fulbright-MtvU, un proyecto del Buró de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de los EE.UU., junto con la red universitaria de la cadena de televisión MTV para fortalecer, expandir y desarrollar las relaciones entre culturas y alcanzar un mayor entendimiento entre ellas.
Durante la conferencia, los asistentes escucharon una muestra de piezas que plasman la combinación de esas dos culturas, como “Te toca a ti” de The Dominican Jazz Project; “From across the street”, de Sócrates García; “Caña brava” de Tavito Vázquez; “Pambiche guerrero” del Proyecto Piña Duluc; y “Spirits” de Isaac Hernández Quintet, entre otras.
El público disfrutó de la fusión musical en vivo de jazz-gagá y jazz-congo interpretados por el trio de Sarah Plovnick y un conjunto de percusionistas bajo la dirección de Edis Sánchez, director nacional de Dinafolk del Ministerio de Cultura, así como una demostración de jazz clásico y de salve.