Madrid. La asociación FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado a la empresa de distribución Ticketmaster por lo que considera una venta de entradas irregular para los conciertos que Bruno Mars ofrecerá en Madrid y Barcelona en abril, reofertadas a través de una empresa filial tras agotarse en solo un par de horas.
“Se ha convertido en práctica habitual de Ticketmaster que, cuando se van a empezar a vender entradas de un concierto, aparezcan colapsos y problemas.
Estos problemas desaparecen de repente, pero entonces ya no quedan entradas, que pasan a venderse inmediatamente en una empresa filial”, argumentó a Efe Rubén Sánchez, portavoz de esta organización de consumidores.
Según el relato expuesto en la web de Facua, en el momento en que se agotaron las entradas de Bruno Mars, en la misma página de Ticktmaster se presentó de inmediato una alternativa- “Puedes conseguir tus entradas en Seatwave, la web de compra y venta de entradas entre fans».
“Huele bastante mal en la práctica y nos da a entender que hay un negocio paralelo por parte de la misma firma con precios muy superiores a los iniciales”, denuncia Sánchez, que compara los precios iniciales, entre 55 y 85 euros (de 58 a 90 dólares), a los ofertados en Seatwave, que parten de los 180 euros (190).
A ello hay que sumar aún lo que consideran una “elevadísima comisión de servicio” de 33 euros (34,9 dólares) por entrada y que constituye el segundo que acumulan los pases, ya que en la web matriz, el importe añadido en concepto de “gastos de distribución» alcanza los 25 euros (26,4).
En total, Facua calcula que Ticketmaster puede cobrar hasta 60 euros (63,5 dólares) por entradas en concepto de comisiones gracias a su venta.
La denuncia, que se envió el pasado viernes tanto al Instituto Municipal de Consumo del Ayuntamiento de Madrid como a la Agencia Catalana del Consumo, se une a reclamaciones previas presentadas por la venta de entradas ante los últimos conciertos en España de Bruce Springsteen y Red Hot Chili Peppers.
Doctor Music, la promotora responsable entre otros de los conciertos de Springsteen y Adele en España, denunció en marzo a las principales plataformas digitales de reventa de entradas que operan en España por considerar que es “una práctica que encarece las entradas de los conciertos de más demanda en beneficio de unos especuladores sin escrúpulos».
También en Italia, la Guardia di Finanza, encargada de delitos fiscales y de fronteras, registró hace diez días las oficinas de la promotora musical Live Nation en Milán para buscar documentos que pudieran vincular al grupo con supuestas prácticas de reventa de entradas en mercados secundarios.