Caracas.- El gobierno de Venezuela condenó el respaldo del senador estadounidense Marco Rubio a un posible golpe de Estado contra Nicolás Maduro, subrayando que la Fuerza Armada está «comprometida» con la celebración de elecciones presidenciales el próximo 22 de abril.
«Tratan de que surja en Venezuela un (Augusto) Pinochet, un (Alfredo) Stroessner o un dictador del Plan Cóndor, pero estos son otros tiempos», dijo el canciller Jorge Arreaza, refiriéndose a la operación articulada por regímenes militares en Sudamérica contra la izquierda entre las décadas de 1970 y 1980.
El viernes, Rubio escribió en Twitter que «el mundo apoyaría las Fuerzas Armadas en Venezuela si deciden proteger al pueblo y restablecer la democracia removiendo» a Maduro, al que califica de «dictador».
Arreaza, de gira por el Caribe, dijo a la cadena Telesur que la Fuerza Armada venezolana está «comprometida con la Constitución» y «si algo va a hacer (…) es desplegarse para garantizar que se lleven adelante las elecciones presidenciales», que tradicionalmente se realizan en diciembre y fueron adelantadas por la oficialista Asamblea Constituyente que rige en el país.
Maduro, en el poder desde 2013, aspirará a reelegirse por seis años más. Su mandato termina en enero de 2019. Rubio, congresista de origen cubano del Partido Republicano, publicó además varias frases atribuidas al prócer independentista venezolano Simón Bolívar.
«Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho», citó. «El teléfono de ese señor o la computadora desde la cual tuitea deben haber estallado en pedazos, porque ellos no tienen ninguna moral (…) para mencionar» a Bolívar, ironizó Arreaza.
Durante su gira, el ministro de Exteriores venezolano visitó a Haití, Cuba, Belice, Nicaragua, San Vicente y Las Granadinas, y Trinidad y Tobago. Coincidió con la gira que cumplió en Latinoamérica el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, hace pocos días en busca de soluciones regionales a la crisis de Venezuela, que podrían incluir sanciones petroleras.
Ya Tillerson había hecho una referencia a un golpe militar, que fue condenada «categóricamente» por Caracas. La oposición -que acusa al poder electoral de servir al gobierno- no ha decidido si participará en los comicios presidenciales, luego del fracaso de una negociación emprendida en República Dominicana con delegados de Maduro en la que esperaba acordar «garantías electorales».