Por: BIENVENIDA POLANCO- DÍAZ

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En la primera parte de estas notas sobre escritura teatral dominicana me he referido a ‘Alma criolla’ de Rafael Damirón como una de las piezas dramáticas que de una forma u otra sirvieron de cauce al sentimiento nacionalista en medio de los hechos que habían iniciado en mayo de 1916. Los acontecimientos se precipitaron en un vuelco histórico total con la proclama de la ocupación militar por los Estados Unidos -Gaceta Oficial del Gobierno No. 2758 del 2 de diciembre, 1916- que fue hecha pública desde el buque insignia Olympia, bajo la firma del capitán Henry knapp. El militar establecía la condición de la República Dominicana como país “en un estado de ocupación militar por las fuerzas bajo mi mando y queda sometida al Gobierno Militar y al Ejercicio de la Ley Militar aplicables a tal ocupación’’.

En general la vida social y cultural continuaría su rumbo y ‘Alma criolla’ subió a las tablas unas semanas después. La temática campestre sirvió de plataforma para enardecer los ánimos y el sentimiento patriótico; sin embargo, las publicaciones periódicas conservadas no nos informan de sucesos violentos –Hemeroteca Archivo General de la Nación, 2022,2024- aunque sí fue recibida la pieza como de valor artístico meritorio y fue centro de buenas críticas en extensos artículos por plumas importantes de la época.

Entre los ‘’dramaturgos contestatarios’’ figuraron además José Narciso Solá, Rafael Damirón, Arturo Logroño, Delia Quesada, Renato D’Soto, Rafael Sanabia, Ricardo Pérez Alfonseca. Miguel Ángel Jiménez.

Una fiesta en el Castine

Damirón había escrito ‘Una fiesta en el Castine’ en coautoría con Arturo Logroño en el verano de 1916. Aludía de forma jocosa a los encuentros sociales que tenían lugar a bordo del crucero de guerra ‘Castine’, de la fuerza naval USA. En las etapas previas y durante la intervención un importante número de embarcaciones nacionales y extranjeras participaron de forma activa. Entre las nacionales destacó el barco ‘Independencia’.

El buque cañonero norteamericano había, junto al barco ‘Praire’, respaldado desde el puerto de Santo Domingo a la comisión que presidida por el Comisionado William Sullivan expuso a las autoridades dominicanas el ‘’Plan Wilson’’ en agosto de 1914.

Nieto del sacerdote Arturo Fernando de Meriño, Arturo Logroño Cohén había sido, aún muy joven, uno de los secretarios del presidente Juan Isidro Jiménes (Luis Mejía 78). Fue el autor del ‘Manifiesto de Cambelén’ escrito en repudio a la intervención y que precipitó el fin de aquel gobierno.

Apuntes sobre el ‘Castine’

El USS Castine se construyó en los astilleros Bath Iron Works, Estado de Maine y botado en 1892. Amado con ocho cañones estaba asistido por diez oficiales y 177 soldados. Tras una jornada inicial alrededor del continente africano participó en el transporte de tropas y bloqueo de Cuba durante la Guerra Hispano- norteamericana de 1898 pasando posteriormente a Filipinas. Permaneció en aguas orientales en China para retornar en 1900 a Norteamérica. Entre 1907 y 1909 hizo un periplo mundial como parte de la Gran Flota Blanca, retornando posteriormente a la zona caribeña. Fue uno de los buques merodeadores de las aguas dominicanas cuando la revolución contra el gobierno de Bordas Valdez.

Para 1916 el ‘Castine’ era ya un ‘anciano’ y veterano guerrero, Logró escapar a duras penas del naufragio ocurrido en la costa de la ciudad de Santo Domingo el 29 de agosto perdiendo todos los botes y a tres tripulantes. Su compañero el barco ‘Memphis’ se hundió.

Los Marines del ‘Castine’ participaron en la persecución de dominicanos en el sangriento incidente de Villa Duarte el 24 de octubre de 1916. En Santo Domingo fue sustituido por su gemelo de clase el USS Machias, y luego enviado hacia el final de la Primera Guerra Mundial al Mediterráneo en cuyas aguas operó como buque de carga, escolta y patrulla antisubmarina. En su libro de 2020 ‘Naufragio del crucero acorazado Memphis’, Fernando Arturo Batlle Pérez nos relata que con un récord de unos treinta años de honorable servicio los restos del ‘Castine’ descansan localizados y con todos los honores a 105 pies de profundidad en un sitio bajo el río Misisipi que el huracán Katrina respetó a pesar de que su ojo pasó muy cerca. El naufragio con el que se hundió el Castine ocurrido en 1924 se reconoce en el Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos.

José Narciso Solá :
No más yes
El primero de los dramaturgos, registrados en la hemerografía disponible, en producir obras de teatro referidas al nuevo régimen militar en Santo Domingo, lo fue José Narciso Solá. Solá era en 1916 un joven autor y actor residente en la capital, encargado de una pequeña compañía denominada ‘Cuadro lírico‘ que ofrecía frecuentes funciones en el teatro Colón y en el Independencia (Cruzado 36). Justo en aquel año se incorporó a su grupo como director Pepe Recalde, hombre de teatro originario de España.

En el verano de 1916, entre junio, julio y agosto Solá compuso y llevó a escena en el teatro Independencia El intruso, No más yes o Un matrimonio a lo yanqui, todas relativas a la intervención americana y con la colaboración de la familia de Recalde. También se representaron en el teatro La Republicana las obras suyas Temblor político, Perico se casa, y Llegó el hombre.

Otros datos sobre un ‘’pasillo cómico’’ titulado El pirata aparece puesto en escena en Barahona en 1918 nos arroja luz respecto a la dramaturgia de Solá y su estilo hilarante que incluyó una consistente movilidad en toda la geografia del territorio dominicano. Compuso además aquel mismo año De la Trinitaria al centenario que fue estrenada en San Pedro de Macoris. Una pieza suya de título El fracaso de Napoleón fue llevada a escena en el teatro Quisqueya de El Seibo, en marzo 26 de 1922 ‘’por un grupo de aficionados, en una gran velada a beneficio de la coronación de Nuestra Señora de la Altagracia’’ (Goico Castro,1981).

José Narciso Solá era originario de Caguas, Puerto Rico. Emigró a la República Dominicana en la primera década del siglo XX y desde 1915 residió en la ciudad de Santo Domingo (Gerón 2023). A partir de aquella fecha fundó su ‘Cuadro Lírico’ junto a Américo Cruzado, Raudo Saldaña, Ismael López, Emilio Julio Genao, Oswaldo Martínez, Vitelio Morillo y Braulio Martínez…Escribía crónicas de arte para el periódico Listín Diario y fue bibliotecario del Ateneo de San Pedro de Macorís. Fue el padre de una de las actrices más importantes de la República Dominicana en todo el siglo XX : Monina Solá. Falleció el 22 de enero de 1944 en San Pedro de Macorís.