1916-1924: nacionalismo y literatura frente a la Ocupación USA. Los dramaturgos contestarios

1916-1924: nacionalismo y literatura frente a la Ocupación USA. Los dramaturgos contestarios

Monina Solá, Hija de José Narciso Solá.

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Por: BIENVENIDA POLANCO-DIAZ

En el marco de nuestro Proyecto de Investigación ‘Historia de la Literatura Dramática Dominicana’, que auspicia desde 2022 el Archivo General de la Nación, uno de los resultados más importantes de la labor académica llevada a cabo ha sido el rescate de dos manuscritos centenarios y la correspondiente transcripción paleográfica sobre un patrón de letras en cursiva de caligrafía bastante regular, trazados de poco serifado, nimios cambios de alzado y caída sobre un lineado de grosor sostenido.

Se trata de textos inéditos correspondientes al periodo de la primera ocupación USA: ‘Orgullo de raza’, de 1923, pieza en dos actos, y ‘El último gavillero’, ambos de la autoría de Miguel Ángel Jiménez Messon. Jiménez Messon sería posteriormente uno de los dramaturgos principales de la ‘Era’ de Trujillo y el primer nativo representado por el TEAN, Teatro Escuela que fundara el tirano en 1946.

‘Orgullo de raza’ es memoria viva, un testimonio vertido en escritura creativa de ficción literaria que expone una mirada personal ante el hecho histórico, relevante a nivel cultural y político. Como fuente documental primaria, reviste aún mayor cuantía.

El registro de contestatarios

En el artículo anterior referí a Rafael Damirón y su ya clásica pieza ‘Alma criolla’ cauce del fervor nacionalista desde su primera puesta en escena a finales de 1916 y subsiguientes durante 1917. Junto a Damirón, Arturo Logroño fue coautor, ambos -entonces muy jóvenes- arremetieron de forma jocosa contra las nuevas autoridades, y arriesgándose, con varias piezas hoy día perdidas, y de las cuales sólo disponemos de notas en publicaciones periódicas de la época : ‘Los Yanquis en Santo Domingo’ y ‘Una Fiesta en el Castine’, aludiendo esta última a las reuniones sociales que tenían lugar en aquel buque guerrero norteamericano.

El registro de contestatarios incluye, de José Narciso Solá, padre de la artista dominicana Monina Solá, :‘Temblor político’ ‘El intruso’, ‘No más yes’ o ‘Un matrimonio a lo yanqui-’; de Renato D’Soto ‘Asi marcha la justicia’ ; de Ricardo Pérez Alfonseca ‘La inmolación’ ; de Delia Quesada ‘Quisqueya y la ocupación americana’.

Delia Quesada. Contestataria desde provincias.
En los primeros días de 1917 circuló en la región noroeste una pieza literaria escrita para teatro: Quisqueya y la ocupación americana. Se representó en Imbert, luego en Puerto Plata y en un buen número de pueblos cercanos. En el Teatro Colón de San Francisco de Macorís fue estrenada ‘’con verdadero éxito de concurrencia de personalidades y de crítica’’ (E. Ramos 18). El texto no se conserva pero las noticias en registro dan cuenta del éxito de las puestas en escena -Hemeroteca, AGN-..

La autora, Delia Quesada (1887-1949) era una maestra autora de una de las primeras colecciones de literatura dramática para escolares que registra nuestra historiografía, Teatro Infantil. Formaba parte de una tradición dramatúrgica local ‘[la de Puerto Plata] que se evidenció con fuerza en la época de la anexión a España cuando en 1862 se instaló, cercano al mar, el ‘Cuartel de teatro’ donde se presentaron múltiples piezas entre ellas Juan tenorio, El estudiante de Salamanca, El pastelero del Madrigal, El zapatero del rey, todas llevadas a escena para la oficialidad española’’. (Gonzalez López, Felipe,101).

El muelle de Puerto Plata fue escenario de más de un episodio durante los ocho años de la ocupación militar, como el incidente del bombardeo a la ciudad provocado por el caos político imperante protagonizado por el general Arias en sus faenas opositoras frente a cada gobierno oficial. Al finalizar el plazo de un ultimátum dado por militares de la Fuerza Naval de los Estados Unidos, la localidad fue hostigada con cañones (Franco 416 y ss.).

Por otro lado, la villa porteña era un lugar natural de encuentro para los interesados en la dramaturgia ya que constantemente llegaban barcos con las compañías itinerantes. En aquel 1916, con el mundo convulsionado en medio de una guerra internacional, autores y actores desembarcaban ofreciendo sus repertorios en los diversos pueblos.

Respecto al texto inédito la autora “captó la señal de los tiempos’’ Ramos, (2008). En efecto, así lo hizo al escribir esta pieza dramática de la cual no se conserva el manuscrito impreso, pero sí claras noticias del eco que produjo, y de su puesta en escena.

Renato D’Soto : Así marcha la justicia

El Sur de la República Dominicana ofrendó un texto de escritura teatral opositora, importante. La pieza fue de la autoría de Renato D’Soto: Así marcha la justicia, comedia de ambiente local, en tres actos en prosa. El estreno se verificó en 1918 en el teatro Proteo de Azua, por la Compañía Recalde-Vela. Días después la censura de la ocupación norteamericana incautó los originales de la comedia, circunstancia que impidió fuera publicada y vuelta a representarse como era deseo del público azuano de acuerdo a la hemerografía conservada en el Archivo.

El escritor Renato D’Soto (1886-1955) fue el abuelo de la artista dominicana Olga Lara. Periodista de Azua destacada por una labor de vanguardia literaria se distinguió como ensayista, crítico e historiador. Un libro suyo se hizo muy popular en los años veinte y treinta titulado Tonalidades, conjunto de metáforas narradas en los géneros del cuento y la poesía.,

Durante la investigación en torno a D’Soto los parientes herederos informaron que existe un fragmento del texto sobreviviente pero no en su poder; señalaron la posibilidad de que permanece actualmente en manos de un conocido escritor dramaturgo del Sur.

En ocasión de una segunda edición -Editora de Revistas, del Listín Diario, 2013- de la colección poética y narrativa de Renato D’Soto, su nieta Olga Lara se refirió, en las notas biográficas de su antepasado, a que ‘’Una cantidad considerable de críticos de Santo Domingo ponderó la calidad de Tonalidades, entre ellos Fabio Fiallo, Rafael Damirón, Sócrates Nolasco y Ulises Heureaux hijo definiéndole como ‘uno los mejores narradores de relatos cortos del país’’.

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