Las autoridades de República Dominicana anunciaron hoy nuevos controles de alcoholemia para tratar de reducir el elevado número de accidentes de tránsito después de varias campañas fallidas para cohibir el consumo al votante.
La nueva campaña se pondrá en marcha a partir de este viernes con controles aleatorios en Santo Domingo pero en un primer momento no se multará a los conductores ebrios.
La directora ejecutiva del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Claudia Franchesca de los Santos, dijo en una rueda de prensa que en esta primera fase de la operación no se aplicarán sanciones hasta que “la ciudadanía tome conciencia de lo peligroso que es conducir bajo los efectos del alcohol».
Al principio se instalará un único punto de control en la capital dominicana y las autoridades de tráfico esperan llegar a usar 40 alcoholímetros que distribuirán en varios puntos, que serán operados por agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).
La campaña se lanza después de haber completado un programa de entrenamiento y capacitación técnica de los agentes de tránsito iniciado en 2017 y desarrollado en colaboración con organismos internacionales, entre ellos, el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (Unitar).
Esta es la primera campaña contra el alcohol al volante que se lanza en República Dominicana después de la aprobación en 2017 de la ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.
Esta ley prohibió a los conductores “ingerir bebidas alcohólicas mientras transitan por las vías públicas o conducir en estado de embriaguez” y, por primera vez, obligó a la realización de las pruebas de alcoholemia, fijando una tasa máxima permitida de 0,5 gramos en la sangre o 0,25 miligramos en el aire espirado.
En 2006, por medio de un reglamento del Ministerio de Interior, se prohibió por primera vez en el país el consumo de alcohol dentro de los vehículos, una costumbre que sigue arraigada en República Dominicana.
A partir de entonces, en 2007 se puso en marcha una campaña para aplicar controles de alcoholemia, pero no tuvo continuidad y solo se ha aplicado de forma puntual, en especial coincidiendo con festividades como Navidad o Semana Santa.
La nueva campaña pretende contribuir a disminuir la siniestralidad al volante, que en República Dominicana es la más alta de América Latina, con una tasa de 29,3 muertos por cada 100.000 habitantes, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según datos del Observatorio Permanente de Seguridad Vial (Opsevi), en el año 2017 se registraron 2.804 muertes por siniestros en el tránsito en el país.