En casi todo el país la gente asaltó casas y fincas; destruían bienes que entendían habían sido adquiridos mediante el robo al Estado y el aprovechamiento de privilegios. Archivo Histórico de Santiago:
PATRICIA SOLANO y JUAN MIGUEL PÉREZ
El crimen de Hacienda María
Para noviembre de 1961, las calles de República Dominicana estaban tomadas por un pueblo reclamando libertad, justicia social y la salida del poder de la familia Trujillo. Ante esa presión popular, el 18 de noviembre Ramfis Trujillo planea su huida del país, pero antes, en compañía de su cuñado, el coronel Luis José León Estévez (Pechito) y el coronel Gilberto Sánchez Rubirosa (Pirulo) asesinaron a tiros a los seis ajusticiadores que se encontraban prisioneros en la Hacienda María:
Huáscar Tejeda
Pedro Livio Cedeño
Salvador Estrella
Sadhalá
Luis Manuel Cáceres (Tunti)
Roberto Pastoriza
Modesto Díaz
Mataron también a tres policías y llevaron sus cadáveres en una guagua que abandonaron en un lugar cercano, luego de ametrallarla, para simular un escape de los prisioneros. Después de haber perpetrado estos nueve asesinatos, Ramfis huye del país en el yate Presidente Trujillo.
En otro yate, el Angelita, iba el cadáver del dictador, archivos y cajas repletas de dinero, cheques, certificados y lingotes de oro. Obligado a regresar, las autoridades incautan el botín.
El resto del clan Trujillo, (sus hermanos José Arismendi, alias Petán y Héctor Bienvenido, alias Negro) se van el día 19 luego de la rebelión de un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea, que bombardeó objetivos militares exigiendo la salida definitiva del país de esta familia. El júbilo se desbordó en las calles.
Recuperación
de lo robado
Entre 1960 y 1961,
allegados y familiares de Trujillo sacaron del país, bajo diferentes formas encubiertas, alrededor de $82 millones de dólares. Sabían que el fin estaba cerca. Al momento de su salida, las manifestaciones en la calle presionaron al poder político y sus instituciones para la recuperación de lo robado, de hecho, en algunos casos grupos de manifestantes intentaron hacer justicia por sus propias manos. El Estado incautó por ley muchas de las propiedades de los Trujillo. Otros patrimonios obtenidos de manera ilícitas por los Trujillo fueron sacados del país en los meses anteriores a la salida de esa familia del territorio nacional en noviembre de 1961. Todavía queda pendiente la labor de investigar e identificar el monto y destino final de gran parte de esos fondos.