P: ¿Cuál es el papel de las vitaminas en la mineralización de los huesos?
R: Según la Enciclopedia Cubana (EcuRed) los huesos “son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, y con una amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos luego de la descomposición de los cadáveres”. Los huesos están constituidos por 25% de agua, 45% de minerales como fosfato y carbonato de calcio y 30% de materia orgánica, principalmente colágeno y otras proteínas. Son estructuras dinámicas que experimentan un proceso de modelación o crecimiento que termina al alcanzar la talla definitiva a la edad de 16-18 años en las mujeres, y 18-20 años en los hombres. Tras la finalización del crecimiento esquelético, el hueso continúa sufriendo cambios como respuesta a las tensiones a las cuales está sometido el esqueleto, ocurriendo una fase de remodelación para preservar la masa ósea. La modelación y remodelación del tejido óseo requiere de un estilo de vida saludable (actividad física, control del tabaco y el consumo de alcohol) y una buena alimentación que provea proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables y nutrimentos inorgánicos o minerales, principalmente calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio. Además, las vitaminas juegan un papel fundamental:
1- La vitamina D estimula la absorción intestinal de calcio y fósforo, y su fijación en los huesos.
2- La vitamina K es imprescindible para la incorporación de calcio en los cristales de hidroxiapatita del hueso.
3- La vitamina C participa en la formación del colágeno del hueso
4- La vitamina E es un poderoso antioxidante que protege contra los efectos negativos del estrés sobre la remodelación del hueso.
5- El ácido fólico, las vitaminas B6 y B12 preservan la salud ósea porque participan en la síntesis, metilación y reparación del ADN.
Estas vitaminas se obtienen de una dieta completa, equilibrada y variada, pero podría ser necesario suplementarlas en ciertas situaciones que comprometen la salud ósea y aumentan el riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas óseas, tales como, el uso de dietas aberrantes, envejecimiento, menopausia, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, alcoholismo y malabsorción intestinal.