2022: año duro para personas duras

2022: año duro para personas duras

José Miguel Gómez

Cada quien espera ver resultados positivos durante un año: en la salud, la educación, lo económico, inversiones, ahorros, proyecto de vida, bienestar, felicidad etc. Pero, el propósito fundamental de la vida es, lograr felicidad y bienestar.


Los indicadores socioeconómicos y sanitarios apuntan a un año de pandemia, rebrote, inflación, exclusión social, aumento de pobreza, más desigualdades, y recuperación lenta del crecimiento, desarrollo y de alcanzar el bienestar social.


Sin embargo, desde los indicadores psicosociales tenemos el aumento de la proliferación de insensibilidad, el individualismo, crisis de los vínculos, presentismo, neofilismo social, soledad y desesperanza.


Una mirada a la salud mental, predicen que aumentará la depresión, la ansiedad, el estrés, el consumo de drogas, la violencia social, los suicidios y los trastornos desadaptativos y neuropsiquiátricos.


Existen indicadores no modificables como la edad, la genética, la familia, el cambio climático, entre otros; cada persona puede modificar indicadores como son: la dieta, el peso, el estrés, la alimentación, ejercicios, dejar de fumar, controles del alcohol, los impulsos, conductas riesgosas, deudas, ahorros, espiritualidad y armar proyecto de vida saludable y sostenible.

Con los años se aprende y se madura para cambiar conductas, emociones, comportamientos y resultados de vida. El problema no es de mala suerte, el problema está en las malas decisiones, en la rigidez y pensamientos rumiantes con un pasado no resuelto.


Dos años de pandemia que han sido duros en todas los órdenes: restricciones, aislamiento, pérdida de empleo, consumo de ahorros, duelos, ansiedad, cambio de estilo de vida. El 2022 es un año duro, de cambios, de desafíos, de nuevos horizontes y de construcción colectiva e individual.

La contemporaneidad seguirá apostando al consumo, a lo visible, a lo desechable, a la visión cortoplacista de la vida.
Solo las personas que logran enfocarse, disciplinarse e ir detrás de nuevos resultados de vida, aprender a ser duro, a persistir, insistir y resistir para alcanzar las metas del 2022.


Son tiempos duros, para personas duras; duro de carácter, de virtud y bondad; duro en la búsqueda de sueño, objetivos y proyectos; duro en militar en lo que le gusta y lo aprende y lo hace bien, sin miedo y sin temor a los nuevos desafíos y adversidades.


En los tiempos de individualismo, de competitividad, de envidia, egoísmo y exclusión psicosocial hay que ser duro. Literalmente, sobreviven y resisten lo que comprenden que en la vida pocas cosas son gratis que, con esfuerzo, trabajo, dedicación y perseverancia se llega a la meta.

La dureza está en la bondad, en la virtud, la compasión, el altruismo, las actitudes emocionales positivas; pero sobre todo, en aprender a conocerse a sí mismo. Otra de la dureza es aprender a controlar la tecnología, las redes sociales, el consumo, la gula y las presiones del mercado y de las personas.


Cada quien tiene su batalla, cada quien elige su guerra. La armadura que ayuda a resistir; me refiero como armadura a los factores protectores: familia, pareja, trabajo, ahorro, actividades sanas, amigos sanos, espiritualidad, inteligencia emocional y proyecto de vida saludable.


El 2022 hay que ser duro, ir por más, vencer obstáculos, quitar piedras del camino, debido a los que insisten y persisten, terminan logrando sus propósitos. Vamos por un buen año; vamos por mejor vida y por nuevos resultados de vida. Feliz año 2022 a todos.

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