En la búsqueda de Zora Neale Hurston:

En la búsqueda de Zora Neale Hurston:

Entre el Harlem Renaissance y su talento desenterrado en el tiempo
«He estado en la cocina de penas y lamí todas las ollas. Luego me he parado en la montaña alta envuelta en arcoíris, con un arpa y una espada en mis manos «. Zora Neale Hurston. (*)

1/¿Dónde encontrar a Zora Neale Hurston? Bastaría para encontrarla, desnudar el alma y sus tizones, entender su tiempo y contexto, descubrir en su prosa ruda y lírica, al mismo tiempo, la ambiguedad de quien sabe escribir mejor, pero no puede dejar describir la barbaridad de una condición humana, que el blues o el jazz hasta el amanecer, no resisten olvido o tiempo de tregua, para la evidencia en ella el dolor era una persistencia, pero no podía darse el lujo de sentirlo, de mostrarlo: tenía que ser fuerte e inteligente hasta el final de sus días, como en efecto fue.
Entre el 26 de septiembre y el 10 de octubre del año 2015, publiqué en este suplemento unos textos sobre un grato personaje del Harlem Renaissance, se llamaba Claude Mckay (**). En más de una ocasión entre libros y fotos y videos, la figura imponente de Zora Neale Hurston, su irónica sonrisa, la lectura de sus frases y novelas no famosas en su tiempo (década de los 30 al 60 del siglo XX) atraía mi atención y tenía pendiente dedicarle su tiempo y su alto elogio.
Vale decir, ni su personaje mucho menos su obra, fue entendida o valorada de modo justo, en el tiempo para entenderla bien, habría que valorar su contexto, su raza y la ley famosa de Jim Crow cuyo contenido segregacionista en los Estados Unidos de América, promulgadas por los demócratas blancos conservadores (los llamados entonces Redeemers) hacia 1876, la misma duró hasta 1965, aunque la ley de los Derechos Civiles (Civil Rights Act) había sido promulgada por el presidente L.B. Johnson, el 2 de Julio de 1964?… Previo, como si el resto fuera historia, debe recordarse el peso histórico de esta lucha de la comunidad afroamericana en los Estados Unidos de América, que tuvo sus mártires e íconos tales como ML.King junior y Malcom X.
El primero conservador y religioso, el segundo brillante analista del sistema, desmontador de los mitos del sueño americano y decidido militante antibelicista. Los dos asesinados con la misma técnica: el crimen político con protagonistas “dementes” y teleguiados… Zora Neale Hurston antecedió con sus visiones y literatura, además con su activismo cultural en Harlem, selló un compromiso como testigo capital de un momento interesante en la historia urbana de la ciudad de New York… Encontrarla no será difícil, Zora Neale Hurston, estará allí donde la añoranza de la posible libertad e igualdad humana, se pudiese disfrutar con otros intelectuales, mujeres y hombres, dispuestos a vivir su tiempo, con la misma intensidad que ella…
2/Alice Walker viene a ofrecer su corazón a Zora Neale Hurston, a remover su alma de la Tierra. Corría turbulento el año de 1973, la polémica escritora Alice Walker iniciaría un interesante viaje junta a Charlotte Hunt a Florida, para buscar el cuerpo de Zora Neale Hurston, que en la locación conocida como Fort Pierce, moraba una fosa común, ahí reposaba la inteligente antropóloga y escritora, cuya visión literaria de la masculinidad negra, no deja ser parecida a la que se advierte hoy en la obra de la propia Alice Walker, autora de la famosa novela “El Color Púrpura”, llevada a la pantalla por Steven Spielberg en 1985, pastiche fílmico cuyo guión había sido escrito por la propia Walker, creando una interesante polémica sobre el retrato del patriarcado de los hombres negros en la cultura afroamericana.

En el fondo, cuando miremos la obra de la Hurston, se entenderá que el rescate por parte de Walker, al margen de ser justiciero, tiene vectores de identificación y similitudes de juicio sobre la temática patriarcal arriba nombrada… (Esa coincidencia de juicio en el tiempo de Hurston-Walker, prendió curiosidades en Alices Walker)…

Al parecer hubo una rica conversación entre la finada Toni Morrison, Paule Marshall y Alice Walker sobre el valor de la obra de Hurston y su rescate inevitable: las novelistas afroamericanas se habían puesto esa tarea: arrebatarle al monstruo del anonimato la obra y la vida de Zora Neale Hurston, cuya vida creadora fue fértil y plena, a pesar de todas las adversidades al final de su vida.
3/Contradicciones biográficas para establecer un legado, una obra o el aporte rescatado: Zora Neale Hurston. No existe contradicción alguna en establecer que esta pionera afroamericana de la antropología en los Estados Unidos de América, al menos había nacido el 7 de enero de 1891. Unos afirman que fue en Notasulga, Alabama y que llegaría de 3 años a su amado y estudiado Eatonville, Florida. Una realidad es irrebatible: Eatonville al parecer, tenía culturalmente una larga tradición de oralidad, que mucho tiempo después, esta investigadora y escritora, incorporaría a la fuerza narrativa de sus obras literarias y a sus investigaciones de campo en el Sur de aquella gran nación.

La revisión de de auto-biografía titulada originalmente en inglés Dust Track on The Road – Pistas de Polvo en el Camino – revelará hacia los años 1941, 1942 la raíz de sus convicciones sobre los temas raciales, manejados conceptualmente por ella en aquellos tiempos de modo no muy ortodoxo, sin el victimismo o la auto-conmiseración, porque en el contenido de sus obras de ficción y sus textos, Zora Neale Hurston trascendía, no hay que el olvidar la condición de una mujer negra en esos años, manejando con absoluta libertad su original mundo de creencias y criterios. El punto de partida definitivo, al atreverse a buscar su voz y su personalidad, comenzaría en los inicios del siglo XX. Entre 1919 y 1924, huérfana desde 1904, decide terminar con clases nocturnas sus estudios, para acceder con ayudas e influencias a lo que entonces era en Baltimore, Maryland, la mejor universidad para los negros, Howard, conocida como la Harvard afroamericana. ubicada en Washington.

Zora Neale Hurston al parecer generaba grandes simpatías, porque su actitud permanente fue la de no tener complejos, a pesar de narrar en su autografía con una crudeza digna de reflexión la pobreza angustiante que padeció en sus tiempos de estudios, que le obligaron a ejercer oficios domésticos menores…
En enero de 1925, Zora Neale Hurston se encuentra en New York con un dollar 25 en el bolsillo: ahí se inicia la gran aventura del Harlem Renaissance, que según sus teóricos originales no era más que un movimiento político y cultural nacido en Harlem (1925-1934) cuya finalidad era demostrar a la opinión pública norteamericana de la época, el potencial de diálogo interracial que la cultura afroamericana tenía : abrir espacios a toda esa gente de clase media afroamericana, lejos de los atavismos esclavistas del pasado. En efecto, Alain Locke, animador de la revista The Negro, era uno de los propulsores junto a: Jessie Fauset, Walter White, Casper Holstein y James Weldon Johnson.

La gran proyección , polémica por demás , de Zora Neale Hurston, apenas comenzaba: estaba en Manhattan, para recibir el segundo premio literario del concurso “Oportunidad”, por su cuento Spunk, el ganador del primer lugar era el poeta Langston Hughes, prominente figura de esos tiempos. Era la noche de mayo de 1925, la cena había terminado y Zora Neale Hurston, abría su corazón, sus instintos y sus ganas de vivir y triunfar, a un Harlem bulloso, en la madrugada , casi dormilón, como un lento solo de saxo tenor, provocando los furores del alba. (CFE)…

Notas
(*): En una segunda entrega, explicaré el valor actual de su obra, sus viajes para hacer estudios comparativos del Vudú. Zora Neale Hurston, era una fuerza con magia personal, la certeza de una inteligencia humana brillante, que aún el peor feminismo seudo y sectario, jamás podrá opacar : porque su obra habla sola. De aquel sector, no hay recuperación posible…

(**): Claude Mckay, con motivo de la celebración del 75 aniversario del Holocausto Judío, es bien recordado en Marsella, porque su novela “Banjo” de 1930, están dibujados por llamados barrios rojos cerca de Vieux Port, dinamitados por los Nazis en 1943, con la consiguiente deportación de sus inmigrantes italianos a campos de deportación…

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