Perdonar, aprender pedir perdón o decirlo a otros, es una manera terapéutica de conseguir un poco más de felicidad
Existen épocas para todo y la Navidad es una muy especial, es un momento en el año en que se terminan muchos aspectos de la vida humana, el fin del colegio, el cierre de las cuentas, la finalización de algún contrato o deuda, el año llega a su final, la estación cambia; pero también es un inicio, una oportunidad para empezar de nuevo y es el tiempo perfecto para perdonar y pedir perdón.
En esto, la Mtra. Ivette Flores, Psicóloga de la Dirección de Asistencia Social de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), opina que la Navidad es una celebración que despierta muchas emociones en las personas y es un momento para tomar decisiones sobre cómo deseamos comportarnos hacia nosotros y otros en el futuro.
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“Es el fin del año, despierta reflexiones, la necesidad de cercanía; el frío, las fiestas, lo que vemos en la televisión o móviles es la unión con la familia, amigos, aquellos con los que trabajamos y apreciamos. Buscamos cercanía”, explicó la experta.
Estos sentimientos, a su vez, causan que reflexionemos con aquello que tiene que ver con qué tan bueno hemos sido con otros, cómo nos comportamos y permite la búsqueda de redención, entregar “algo” a los demás.
“Nos da una remembranza de nuestras acciones y esta temporada, rodeados de un espíritu diferente, nos acerca, nos hace sentir una sensación cálida. Buscamos redención, el acompañamiento de otros y a veces, de enmendar errores con aquellos con los que no hemos sido justos, sinceros o hemos lastimado”, dijo.
Sin embargo, puede existir la duda, perdonar a veces significa exponernos a otros, parecer débiles o incluso admitir que nos equivocamos, tres conceptos difíciles de aceptar para las personas.
Por ello, si se tienen dudas, la experta señala que perdonar, aprender pedir perdón o decirlo a otros, es una manera terapéutica de conseguir un poco más de felicidad y presenta tres razones por las que es sano perdonar:
- Perdonar ayuda a resolver “un pendiente”. Es un momento para hablar de aquello que tenemos “atorado”, de ser sinceros y mirar a otros de manera diferente, más humana y demostrar cuánto los apreciamos.
- La Navidad da la oportunidad de ser vulnerables, de compartir lo que sentimos y dejar atrás aquello que cargamos en el año, dejar ir, es muy sano, perdonar y pedir perdón ayuda a dejar y seguir adelante.
- Permite crear nuevas oportunidades y reparar aquello que creemos está roto.
Además, nos acerca a varios estados, entre éstos: relajación física y mental, llorar y encontrar paz con los que creemos hemos lastimado y con nosotros mismos.
“Perdonar es también una acción que Dios pide, ya que recordemos que aquello que hacemos a los demás, se los hacemos a él. Si sigues las enseñanzas de Dios, ésa es una de las más importantes. Qué mejor que demostremos que podemos amar y cambiar, si seguimos las enseñanzas que el Señor nos ha dejado”, apuntó la Mtra. Ivette Flores.
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Perdonar ayuda a su vez a pensar en el futuro de manera más optimista y sentirnos mejor sobre nosotros mismos. La experta a su vez mencionó que perdonar es una decisión que puede tomarse todo el año y no debería ser exclusiva de una época especifica.
“Lo recomiendo ampliamente, porque la vida a veces es corta y a veces podríamos perdernos muchas oportunidades, entre ellas, la de pedir perdón y perdonar a otros”, concluyó.