Por José G. Guerrero, Director Museo Nacional de Historia y Geografía
El dictador Rafael Leónidas Trujillo fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961, Día de la Libertad. La mañana comenzó común y corriente. Nada extraordinario sucedía que no fuera conocido en el país y en el mundo.
Trujillo se levantó temprano, a la hora acostumbrada; conversó sobre temas del día y desayunó de manera ligera, mientras Antonio de la Maza tomaba café en casa de Huáscar Tejeda y conversaban sobre algo conocido solo por ellos.
Todo cambió a partir de las tres de la tarde, cuando Trujillo apareció vestido con traje verde olivo. Dos horas después, Miguel Ángel Báez Díaz le informó por teléfono a Antonio de la Maza que el Jefe viajaría a San Cristóbal.
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Éste, de inmediato, reunió a los conjurados para realizar el plan tiranicida y ordenó a Miguel Ángel Bissié llevar a su casa el carro Oldsmobile´56, que era de su propiedad, con dos sacos de armas que serían usadas horas después.
Poco antes de que Trujillo acabara su caminata en el Malecón y visitara a su madre e hija, siete hombres armados, repartidos en tres carros, lo esperaban en la avenida que conduce a San Cristóbal. Antonio Imbert Barreras, Antonio de la Maza, el teniente Amado García Guerrero y Salvador Estrella Sadhalá estaban en un Chevrolet Biscayne cerca del Teatro Agua y Luz, mientras Huáscar Tejeda y Pedro Livio Cedeño en un Oldsmobile y Roberto Pastoriza en un Ford Mercury aguardaban más adelante.
Hacia las 9:45 de la noche, Trujillo le pasó al Chevrolet Biscayne en un Chevrolet Bel Air azul celeste, con placa privada y, diez minutos después, estaba muerto en la autopista.
Son escasas, por no decir casi nulas, las pruebas materiales disponibles de la noche del 30 de mayo. Seis de los siete participantes fueron asesinados poco después del ajusticiamiento y el único que sobrevivió murió en el año 2016.
Se desconoce el paradero de dos de los carros en que viajaban los complotados, y así como el de Trujillo conducido por su chofer.
De las armas usadas, solo se conoce una fotografía publicada por el SIM; no sabemos si en los depósitos de este Museo Nacional de Historia y Geografía hay una carabina que se dijo fue usada esa noche. Lo único tangible y a la vista que se tiene es el Oldsmobile´56, conducido por Huáscar Tejeda, acompañado por Pedro Livio Cedeño.
Miguel Ángel Bissié lo guardó en su taller Los Navarros, cerca del Puente Duarte, y lo llevó a casa de Antonio de la Maza con las armas que se usaron el 30 de mayo.
De allí lo condujo Huáscar Tejeda junto a Pedro Livio Cedeño, quienes armados con un revólver Smith and Wesson y una M1 respectivamente, esperaron al final de la Feria, donde terminaban las luces. Observaron pasar el carro de Trujillo perseguido por el Chrevrolet Biscayne en el que iban Imbert, de la Maza, García Guerrero y Estrella Sadhalá. Poco después escucharon disparos y se dirigieron al lugar.
De la Maza había disparado con una escopeta por la ventana trasera al carro de Trujillo y el teniente García Guerrero lo había hecho al chófer y a las gomas. Luego se desató una balacera de fuego cruzado.
Huáscar Tejeda estacionó el Oldsmobile por la derecha, detrás del carro de Trujillo. Pedro Livio Cedeño se desmontó del carro, cayó de bruces, sufrió una contusión en la ceja izquierda y, poco después, notó que estaba herido. El auto presenta en su lado izquierdo nueve impactos de balas: seis de ametralladora Thompson y tres de fusil M1.
Una versión del propio Huáscar sustenta que embistió con el carro a Trujillo mientras este intentaba huir.
Muerto Trujillo, los siete complotados se dirigieron a la casa de Juan Tomás Díaz, en la calle César Nicolás Penson, en los carros Chevrolet Biscayne y Oldsmobile, con el cadáver de Trujillo en el baúl del primero.
Poco después, el Oldsmobile fue dejado en el garaje de la casa de Antonio de la Maza, en la calle Ángel Perdomo, donde fue ubicado por agentes del SIM.
Pedro Livio Cedeño fue llevado a la Clínica Internacional, donde fue operado de una herida en el abdomen por el doctor Arturo Damirón Ricart, ayudado por José Joaquín Puello. Quedó preso después de la operación y Huáscar Tejeda fue detenido el 1 de junio.