ODA AL LIBRO
Libro, cuando te cierro
abro la vida.
Escucho
entrecortados gritos
en los puertos.
Los lingotes del cobre
cruzan los arenales,
bajan a Tocopilla….
Toda la noche pega en sus orillas
y con la luz del día
amanece cantando
como si despertara una guitarra.
A mí me llama el golpe
del océano. A mí
me llama el viento…
Libro, tú no has podido,
empapelarme,
no me llenaste
de tipografía,
de impresiones celestes,
no pudiste
encuadernar mis ojos,
salgo de ti a poblar las arboledas
con la ronca familia de mi canto,
a trabajar metales encendidos
o a comer carne asada
junto al fuego en los montes….
Libro, déjame libre.
Yo no quiero ir vestido
de volumen,
yo no vengo de un tomo,
mis poemas
no han comido poemas,
devoran
apasionados acontecimientos,
se nutren de intemperie,
extraen alimento
de la tierra y de los hombres.
Libro, déjame andar por los caminos
con polvo en los zapatos
y sin mitología:
vuelve a tu biblioteca
yo me voy por las calles.
He aprendido la vida
de la vida,
el amor lo aprendí de un solo beso,
y no pude enseñar a nadie nada
sino lo que he vivido,
cuanto tuve en común con otros hombres,
cuanto luché con ellos:
cuanto expresé de todos en mi canto.
Pablo Neruda, Odas elementales
Desde siempre amé la escritura, amé leer, porque era la forma, muy mía, de aprender y de vivir otras vidas. Escribía mis poemas en cuadernos que escondía y leía a hurtadillas para que nadie descubriera mi alma y sus múltiples laberintos. Amé, amo y amaré siempre vivir otras vidas a través de las historias que cuentan las novelas. Viajé por el mundo a través de sus páginas, y leyendo los dramas de los personajes, aprendí a conocer el alma humana. Lo he dicho siempre: soy mujer, maestra y escritora.
A través de los años he publicado muchas cosas. Ya perdí la cuenta de cuántos son los Encuentros que he publicado, no solo en mi última casa, que es esta, mi AREITO, sino cuando tuve un largo periplo por varios medios: Listín Diario, Última Hora, El Siglo y la revista Rumbo. Aprendí a ser articulista. Aprendí a escribir con espacio limitado, a exponer ideas en pocas palabras, midiendo caracteres. Lo mejor de este ejercicio es que aprendes a decir lo esencial de las cosas. Ahora me doy cuenta, escribiendo estas palabras, que mi primer artículo me lo publicó don Rafael Herrera en el año 1991. De ese tiempo hasta ahora han transcurrido 25 años. ¡Oh Dios cuán rápida transcurre la vida!
Mi primer libro, Ulises Heureaux. Biografía de un dictador, fue publicado por INTEC en 1987. A partir de entonces, no he dejado de escribir libros y publicar. Escribir, ya lo he dicho, es una pasión, es un éxtasis maravilloso que te hace olvidar el momento, para vivir con intensidad otros tiempos, ya sea la historia, o el tiempo de tu inventado por tu imaginación. Veinte y nueve años han pasado desde que publiqué mi primer libro. Le siguió “Buenaventura Báez. El Caudillo del Sur”, uno de mis dos hijos bastardos. Soy crítica conmigo, no me gustó el producto, pues tenía miedo de plantear algunas cosas. El tercero fue “Una Utopía Inconclusa. Espaillat y el Liberalismo dominicano del siglo XIX”. Con esta obra obtuve mi primer premio de historia. Fue mi última obra sobre el siglo XIX. Prosiguieron otros libros. Mis dedos no se han detenido. He perdido la cuenta, creo que van como 18 en total.
Este año 2016 ha sido coronado con la entrega de tres nuevos libros de mi autoría, uno de los cuales es en co-autoría con mi hermano del alma, José Chez Checo. El 21 de septiembre `pusimos a circular en la PUCMM “Pensando el Caribe” que recoge los artículos que durante los años 2012, 2013 y 2014 publiqué en el periódico El Caribe. A través de estos artículos me obligué a aprender sobre este archipiélago diverso y desconocido. Me sentí dichosa que los ejecutivos de ese medio me publicaron ese primer tomo. He recibido buenas reacciones.
En el mes de octubre, en la Fiesta de Estrellas Solidarias de la Asociación Dominicana de Rehabilitación se puso a circular el libro “Una obra de amor y solidaridad”, con el propósito de entregárselo a Doña Mary de Marranzini que cumplía 90 años. Este libro lo escribí por amor a una labor hermosa y única, pero sobre todo porque nuestra madre, Ana Ben de Sang, fue pionera en el voluntariado de Santiago. El libro narra la historia de un legado amoroso. De cómo una tragedia familiar se convirtió en el motor de la existencia de una familia. Ojalá tenga respaldo de parte de la sociedad, pues pretenden recaudar fondos con su venta.
El martes 22 de noviembre mi buen amigo y hermano, José Chez y yo pusimos a circular el III tomo de la Historia de la Cámara de Diputados. Este proyecto comenzó bajo la Presidencia de Julio César Valentín. Durante su presidencia se lanzó el tomo I, que abarcaba de 1844 a 1978. El tomo II se puso a circular bajo la presidencia de Abel Martínez, quien a su vez nos encargó la realización de este tomo III, que abarca los 13 primeros años del siglo XXI. Con esta obra cerramos por ahora la historia de la Cámara Baja, una parte vital del Poder Legislativo. A través de esta historia se conocerán los dramas, los problemas, los intereses políticos y económicos que se manifiestan a lo largo de las discusiones de todas y cada una de las legislaciones. Este tomo III cuenta con cuatro volúmenes. El último cuenta con un resumen vital sobre el proceso de fragmentación que está viviendo el país, fruto de los intereses, creando una macrocefalia estatal peligrosa y costosa. Con este libro, el binomio con José Chez completamos cinco obras escritas en conjunto.
Este año terminará bien. He entregado a la sociedad tres obras. Ojalá que el año que viene sea tan fructífero como este. Solo sé que adoro escribir, que me encanta aprender investigando y que investigar constituye un maravilloso viaje por senderos desconocidos. Me encanta tomar las riendas de un bote y navegar por aguas desconocidas, sin saber el destino, con la certeza de que el trabajo duro y tesonero me llevará a la orilla para descansar, tomar el aliento, y luego reiniciar otra aventura.
Escribir es un ejercicio maravilloso, en el que se entremezclan las ideas, las búsquedas documentales, las preguntas que deben ser respondidas, para que surjan nuevas dudas que volverán a ser respondidas, y originarán otras nuevas, en una dinámica interminable y adictiva porque el saber es infinito y mis ganas de aprender también.