Recientemente el presidente Luis Abinader anunció una licitación pública internacional para instalar en el país la frecuencia de banda ancha denominada 5G. Esto no solo implica ventajas en materia de avances en la comunicación inalámbrica, sino que coloca al país en la ruta de la Cuarta Revolución Industrial, por cierto dando una especie de salto porque nos faltan tareas relativas a la Segunda y Tercera Revolución Industrial.

La Primera Revolución industrial tuvo lugar en Gran Bretaña, en la segunda mitad del siglo XVIII, y tuvo como punto de partida la invención de la máquina de vapor por James Watt (patentada en 1769), que marcó el paso de una economía basada en la mano de obra a una basada en la maquinaria para la fabricación industrial y para el transporte de mercancías y pasajeros. Nuestra industrialización se inició a finales del siglo XIX con la industria azucarera y el desarrollo de la industria moderna, nunca comparada con la de los países industrializados, se inició después de la Segunda Guerra Mundial en la dictadura de Rafael Trujillo.

La Segunda Revolución Industrial se produjo entre 1850 y 1914, en los cuales el proceso de industrialización sufrió una fuerte aceleración debido a las innovaciones introducidas por las nuevas fuente de energía como el gas, el petróleo o la electricidad, nuevos sistemas de transporte, como el automóvil y el avión, y la comunicación con el surgimiento del teléfono y la radio. La Segunda Revolución Industrial se puede sintetizar en la energía y la electricidad. Si estamos hablando de Pacto Eléctrico es porque estamos lejos de contar con un sistema confiable, de costos comparativos con la región y financieramente sostenible.

La Tercera Revolución Industrial fue un proceso multipolar liderado por EU, Japón y Europa, sus inicios datan de mediados del siglo XX y se vincula con el término “sociedad de la información”. Este concepto fue lanzado por el economista Jeremy Rifkin, posteriormente lo recogieron y avalaron instituciones como el Parlamento Europeo en 2006. Las bases de la Tercera Revolución Industrial son el Internet y las energías renovables. La brecha digital es la tarea pendiente de nuestro país la tercera revolución industrial.

La Cuarta Revolución Industrial fue un concepto acuñado por Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial en 2016, que sostiene la tercera revolución industrial fue la revolución digital, la etapa 4.0 está marcada por la robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, biotecnología, computación cuántica, impresión 3D, vehículos autónomos y el 5G.

¿Qué es el 5G?
Es la quinta generación de la banda ancha y en relación a su predecesor, 4G, tiene alta velocidad, baja potencia y baja latencia (tiempo que tarda en transmitirse un paquete dentro de la red) y además será un potente instrumento para el “Internet de las cosas”, IOT, es decir permitirá la conexión del ser humano con los robots, sensores, vehículos autónomos y otros dispositivos que se alimentaran continuamente de grandes cantidades de datos, también permitirá a las fábricas, comercios e incluso ciudades operar con menos intervención humana en el funcionamiento diario, estimulará un mayor uso de las herramientas de realidad virtual e inteligencia artificial.

¿Está preparada esta sociedad para aprovechar todas las potencialidades del 5G? ¿Están preparados nuestros empresarios, una buena parte rentistas de los gobiernos, para implementar esa tecnología en sus industrias o empresas de servicios para colocar el país en la Cuarta Revolución Industrial?