El 66% de la población está de acuerdo que si un familiar o amigo cercano gana un cargo político debe ayudarlo a conseguir un empleo o un contrato público.
Así lo establece la Encuesta de Cultura Democrática en la República Dominicana (ECD) 2022-2023, presentada ayer por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
«Pese a lo legitimada que está esta práctica, afecta profundamente la calidad democrática y el desarrollo, ya que convierte los derechos universales en favores que se otorgan en función de la cercanía con el líder político y generan lealtad y en muchos casos apoyo político», indica el documento.
Mientras que según la ECD, el 80.4% de la población está de acuerdo con la concesión de puestos de trabajo y contrataciones públicas a quienes respaldaron activamente la campaña electoral del candidato/a vencedor/a.
A diferencia del clientelismo basado en relaciones primarias, este tipo de intercambio particularizado es vehiculado por los partidos y, por lo tanto, más dependiente de las lealtades hacia la formación.
En el caso de los votantes, el 47.8% de las personas encuestadas plantea que se sentiría obligada a votar en las próximas elecciones por un político que le dio una ayuda económica o le hizo un favor importante a ellas o a un familiar.
«El que cerca de la mitad de población vincule su voto a las ayudas que reciba de forma particularizada limita también el debate programático o de valores que se presupone en el sistema democrático», cita el documento.
La evidencia recolectada por la ECD revela también que, si bien las creencias legitimadoras de las prácticas clientelistas están más difundidas entre la población de menor estatus socioeconómico, tal y como la mayoría de la literatura plantea, las actitudes que propician el clientelismo son también muy extendidas entre la ciudadanía con ingreso más alto.