98 años de periodismo feminista en RD

98 años de periodismo feminista en RD

«(…) Con curiosidad femenina preguntamos por ella en su cuarto No 15, de donde salió al punto una dulce voz que interrogó: ¿Quién es? ¿Qué desea? I (sic) contestamos: feministas, periodistas».

El oficio de periodista asumido por Petronila Angélica Gómez Brea, el cual se denota al responder a la sufragista y editora Elizabeth Murray -quien visitó la República Dominicana en 1927-había comenzado un lustro antes de este encuentro transcendental, pero de acuerdo a nuestras investigaciones, constituye la expresión «feministas, periodistas», la revelación de la construcción de una identidad propia.

Fue el 15 de julio de 1922 cuando Gómez Brea, maestra normal, editó el primer número de la revista Fémina en la José Reyes número 11, de San Pedro de Macorís, utilizando los servicios de los talleres tipográficos «Altagracia», propiedad de Miguel Paradas. De esta AGENCIA se alcanzan 98 años precisamente en este mes, y coincidencialmente la praxis periodística-feminista de la pionera se desarrolló en un panorama de incertidumbres nacionales que negaba -como hoy- derechos civiles y políticos, conquistas y hazañas, no solo a las mujeres, también a la clase obrera, a quienes habitaban en geografías rurales, a las niñas y a los niños.

Puesto que al convocara la lectoría con su grito: «¡Ya es hora!», explicaba que la visión periodística de la publicación estaba encaminada al alcance de las causas nacionales que aseguraran la consecución de las esperanzas para el anhelado porvenir: «¡Ya es hora!.. Aparece esta revista científico-literaria y de intereses generales en momentos bien aflictivos para la familia dominicana: aparece cuando sobre el santo suelo de la patria soplan las ráfagas del más insólito imperialismo; aparece cuando más necesaria es una labor de cooperación y cuando se necesita edificar con acciones y pensamientos el noble civismo y abnegación sin límites».

Puesto que el periodismo feminista configurado por Petronila Angélica Gómez Brea y 76 mujeres periodistas feminsitas, promovía no solo el reconocimiento de sus derechos, también su aseguramiento mediante legislaciones para «Ellas», las «Otras» y, con miradas hacia este futuro presente, «Nosotras».

De avanzada, la praxis periodística que se revelanen209 ediciones, procura la emancipación plena a través de la creación y el entendimiento de un nuevo lenguaje, infiriendo con esto a una nueva República -la llamaban la «República ideal»-,cimentada en la equidad.

El periodismo feminista de Fémina, durante 17 años, tomó posturas argumentales y de esta manera permitió el ejercicio de los derechos subjetivos tanto a sus periodistas como a sus lectoras.

Y, estratégicamente en la hibridez de escritos considerados superfluos o sublimes, enfrentó al ejército ocupacionista estadounidense y develó situaciones de inequidad como el monopolio de la industria azucarera, el pago a través de vales únicos a los jornaleros de los ingenios, los préstamos a los que incurrieron los horacistas, incluso, advirtió sobre las consecuencias de la dictadura trujillista.

Al desarrollar un amplio intercambio de cartas con sus lectoras, permitiédoles publicar sus misivas, poemas, cuentos, leyendas… Se construyeron narrativas genuinamente liberadoras, propiciando lo que justo ahora el feminismo de la cuarta ola desarrolla en las plataformas digitales.

En definitiva, acompañada de una mujer de hogar, ilustrada a la usanza de la época solo para las labores domésticas pero que encuentra su liberación en la praxis periodística feminista, Consuelo Montalvo de Frías, y del educador progresista Vetilio Valera Reyes; y posteriormente teniendo también como redactora a la feminista radical puertorriqueña María Luisa Agnelis, Gómez Brea logra que la pionera del periodismo feminista español, Carmen de Burgos, y la socióloga mexicana Elena de Arizmendi incluyan a Fémina entre las publicaciones de avanzada de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas.

Incluso, en 1929, Arizmendi escribe: «Observo un gran contraste entre «Fémina» y algunas otras revistas que me llegan de Hispanoamérica. El contraste es este: «Fémina» dice con respeto y cariño cuanto es justo a favor de todas las feministas latino-americanas (…) La obra de «Fémina» no es cobarde, por eso sus esfuerzos, querida Petronila, que son más meritorios que los de otras mujeres periodistas. Es por eso también, mi fina amiga, que nuestros corazones palpitan cerca del suyo. ¡Adelante! Petronila! Adelante!».

En este mes de julio es justo hacer memoria de esta Agencia, referente del periodismo feminista ante las amenazas latentes y públicas de coartar las conquistas de las mujeres dominicanas, para «ahorrar» en el Presupuesto Nacional.

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