A nadie le gusta ser criticado o juzgado. Desde la infancia nos exponemos a las críticas de los demás. Debemos aprender a dar críticas constructivas, que lleven a la persona a cambiar o mejorar para bien. Los niños no están exentos de esto. El propósito de la criticas constructiva es lograr un cambio favorable que beneficie a los seres humanos.
Es importante que tu hijo crezca escuchando críticas constructivas, que desarrolle una actitud de agradecimiento ante las recomendaciones bien intencionadas o consejos atinados, para utilizarlos para cada día ser una mejor versión de si, que entienda que estas críticas constructivas son buenas recibirlas y saberlas dar, pues en la vida se enfrentara a estas, con sus maestros, compañeros de estudios, familiares, amigos, relacionados y en un futuro sus clientes, asociados, pareja, compañeros de trabajo o jefes.
Recibir y dar críticas constructivas sin lacerar su autoestima ni la de los demás debe ser una habilidad desarrolla por todos y necesario para alcanzar el éxito.
Es normal que una persona que no ha desarrollado el valor de las criticas constructiva se sienta mal al recibir una, mucho más si esta no es constructiva, ofende o no crea la oportunidad de mejora, peor aún si la intención es lacerar o dañar, por ende demos trasmitir desde pequeño a los niños la importancia de aprender a recibir críticas sanas y saber darlas, sin olvidarnos de la concientización de no dar ni aceptar criticas nocivas.
Las críticas destructivas, se realizan desde una actitud dañina, irrespetuosa con la intensión consciente o inconsciente de dañar, sin embargo las críticas constructivas son aquellas que se realizan desde el respeto, cuidando la forma y el fondo, buscando siempre el bien de la otra persona.
Como desarrollar la aceptación por las críticas constructivas en el niño:
Enséñale a estar abierto a las críticas. Este usted abierto a recibirlas. Modele con el ejemplo.
Enséñale analizar los consejos: fortaleza del consejo, forma de aplicación y viabilidad de aplicación.
Haz ejercicio de co-evaluación frecuentemente, para que el niño reflexione en su accionar,
enséñale a auto-evaluar o cuestionar su comportamiento. Cuando un niño se acostumbra a valorar sus acciones positivas y analizar las acciones incorrectas le estas mostrando como de adulto debe auto-evaluarse rutinariamente.
Enséñale que los errores son parte de la vida y que estos nos sirven para aprender de los mismos y no volverlos a cometer.
Trabaja con su orgullo las personas orgullosas les cuesta admitir que se equivocaron y por lo general solo ven los errores de los demás.
Debemos ensenarles a ponerse en el lugar del otro, cuando trabajamos la empatía en el niño será más fácil comprender a las demás personas.
Fomenta la escucha activa, cuando ejercitamos el escuchar a los demás se nos facilita comprenderlos.
Háblale de no etiquetar el comportamiento o forma de otros. No etiquete usted a su hijo.
Enfatice las cualidades positivas de su hijo.
Cuide la forma de corregir usando palabras amables, nunca corregir con palabras hiriente.
Enséñele a diferenciar las críticas dañinas o destructivas de las críticas que se realizan para crecer.