A propósito de +57: la música y la hipersexualización de  menores

A propósito de +57: la música y la hipersexualización de  menores

El fenómeno de la hipersexualización consiste en la exaltación de los atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades

La música es el lenguaje del arte universal por excelencia, en la actualidad es considerada como una forma de comportamiento humano, que ejerce una influencia única y poderosa, y tiene una presencia importante en la vida diaria de las personas, de tal manera que ha ido creciendo su consumo hasta ocupar un lugar relevante en nuestras vidas.

Yo por ejemplo, no concibo mi vida y rutina sin escuchar música y como consumidora de varios ritmos y géneros musicales, incluyendo la música urbana,  veo con preocupación la manera en que se incita a la codificación de las niñas y adolescentes.

A raíz de la polémica generada por el lanzamiento

de la canción +57, una colaboración entre los reguetoneros colombianos Karol G, J Balvin, Maluma, Feid, Ryan Castro, Blessd, Ovy On The Drums y DFZM, se vale traer a conversación la manera en que se hipersexualizan a los y las mejores de edad.

Este sencillo buscaba homenajear a Colombia con algunos de sus artistas más reconocidos internacionalmente. Sin embargo, políticos y periodistas señalan que la letra reproduce varios estereotipos dañinos

La letra de la canción generó amplio rechazo dentro y fuera de Colombia, específicamente por el verso «mamacita desde los fourteen» (14 en inglés).

La alusión a una adolescente menor de edad hizo que varias organizaciones y  políticos alertaran sobre su contenido, el que calificaron como una apología a la sexualización de menores.

Como resultado el pasado  miércoles, la canción fue publicada con una modificación en plataformas como Spotify y Youtube, reemplazándose ese verso por “los eighteen” (18 en inglés).

Rolling Stone también se pronunció

Una de las primeras alertas, sin embargo, vino de una reseña de la Rolling Stone en español, una revista referente en la industria musical.

“Sin importar de qué género musical se trate, cantar sobre niñas que ‘están buenas’ no está bien y, en lugar de romper con la normalización, este sencillo perpetúa malas prácticas”, se lee en el artículo publicado.

La revista especializada en música, además, señaló que la canción refuerza otros estereotipos y prejuicios sobre Colombia como la cultura del narcotráfico y la violencia. 

«Los talentos más grandes del reggaetón colombiano se unen en una canción que decepciona (…). Es gravísimo que, a estas alturas de la conversación sobre la narcocultura y la cultura de la violación, se sigan tocando libremente temas como la sexualización a menores en las canciones», agrega.

La pieza musical también ha sido cuestionada por ser insensible con un problema que en Medellín, capital antioqueña, asola en las calles: el denominado turismo sexual y la explotación de niños, niñas y adolescentes.

Pero esto no solo es un asunto de la música urbana, en República Dominicana tenemos varios ejemplos de piezas musicales, tanto de merengue como de bachata,  que incitan o hacen alusión a mantener una relación sentimental con una menor de edad. Por lo que me parece injusto señalar sólo a los urbanos.

En el caso de niñas, niños y adolescentes dicho fenómeno ha sido invisibilizado, normalizado e incluso legitimado a través de los medios de comunicación y las redes sociales debido al alcance a nivel social y cultural que tienen en la actualidad.

Los concursos  de belleza, niñas maquilladas o niños bailando canciones en posiciones sexualizadas pueden parecer algo gracioso para algunas personas adultas; no obstante, representa una forma de violencia que puede tener consecuencias negativas.

En ese sentido, para las personas adultas, deben asumirlos riesgos que suponen la creación y el intercambio de contenidos digitales es fundamental.

Del mismo modo, deben ser conscientes que estos contenidos, pueden exponer a niñas, niños y adolescentes a riesgos como la extorsión o a ser intercambiados por extraños en línea.

Si niñas y niños identifican que deben expresarse y vestirse como personas adultas (con base en estereotipos sexualizados) para recibir atención y aprobación, crecerán en busca de esa gratificación, alejándose de su propia personalidad y buscando siempre encajar en una etapa que nos les corresponde, lo que acelerará su transición de la niñez a la adolescencia.

Otras formas de hipersexualizar es  incentivar que niñas y adolescentes usen maquillaje, vestimenta o accesorios que les hagan ver como una persona adulta. También preguntar  si tienen novia o novio.

Además, es importante recordar que toda la información que niñas y niños reciben durante su etapa de desarrollo será determinante para su crecimiento físico, psicológico y emocional.

Lo cierto es que la música continuará formando parte de nuestras vidas y de la sociedad en general como disciplina cultural. Pero, sobre todo, será la transmisión de generación en generación la que permitirá el mantenimiento de la música en el tiempo como un sello de identidad.

Por tanto, la música se mantendrá como la fuerza creativa, comunicativa y emocional primordial del planeta, por eso se hace necesario que produzca  música que no perjudique o condicione  la idea de lo realmente es ser niña, niño o adoslecente.

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