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Los feminicidios en la República Dominicana son una tragedia recurrente que deja un rastro de dolor y una profunda sed de justicia entre los familiares de las víctimas. Sin embargo, hay cinco crímenes que han estremecido al país por su brutalidad y cuyos responsables han sido condenados por un tribunal.
Entre estos casos, destaca el brutal asesinato de la venezolana Yenny Carolina Pérez a manos del ítalo-colombiano Michael Saba, quien este martes fue condenado por el Tercer Tribunal del Distrito Nacional a 30 años de reclusión mayor, tras ser declarado culpable de los cargos que le imputó el Ministerio Público.
De acuerdo con la investigación, el 21 de diciembre de 2023, Michael Saba perpetró el crimen en un apartamento de una torre residencial del sector Ensanche Piantini, Distrito Nacional, durante una fuerte discusión con la víctima.
El órgano persecutor estableció que Saba atacó a la joven de 27 años con un arma de fuego ilegal, causándole la muerte. Posteriormente, intentó ocultar el crimen desmembrando el cuerpo de la víctima y dispersando las partes en diferentes lugares. El Ministerio Público, en conjunto con la Policía Nacional, logró reunir pruebas que vincularon a Saba de manera directa con el asesinato y su posterior intento de encubrimiento.
“La acusación estuvo respaldada por elementos probatorios robustos y suficientes. Se trata de un hecho atroz que debe ser sancionado con una pena de igual proporción”, expresó la jueza Evelyn Rodríguez al motivar la sentencia.
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La jueza también descartó la teoría de la defensa, que intentaba atribuir la ejecución del crimen a un tercero identificado como «El Chamo», y subrayó que las pruebas confirmaron la autoría premeditada de Saba en el homicidio y posterior desmembramiento de la víctima.
Michael Saba cumplirá su condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.
También figura en la lista la trágica muerte de Esmeralda Richiez Martínez, de 16 años, ocurrida en la comunidad Vista Alegre, en el distrito municipal La Otra Banda, del municipio Higüey. El responsable de su fallecimiento, el profesor Kelly Martínez, fue condenado a 20 años de prisión por el Tribunal Colegiado de La Altagracia.
Los fiscales lograron establecer que el 12 de febrero del pasado año 2023, la adolescente salió desde el hogar donde residía con sus padres, en Vista Alegre, en compañía del maestro, así como del primo del procesado, Rubiel Morillo Martínez y otras tres alumnas menores de edad.
Alrededor de las 12:00 de la noche, la joven llegó a su hogar pálida y sangrando, por lo que sus padres la ayudaron y la acomodaron en su habitación. Al día siguiente, los padres de la adolescente la encontraron muerta en el baño de su residencia.
La acusación demostró que Martínez, de forma voluntaria, le provocó a la víctima laceraciones, abrasiones y contusiones que le produjeron el deceso debido al desgarro vaginal, con hemorragia aguda severa externa e interna y shock hemorrágico como mecanismo terminal de muerte, según consta en el informe de autopsia.
Por disposición el tribunal, el procesado deberá cumplir la pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Anamuya, en Higüey.
Otro asesinato que conmocionó a la población fue el de Andreea Celea, quien perdió la vida a manos de Gabriel Villanueva Ohnona, condenado a 20 años de prisión por los jueces del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Villanueva Ohnona fue declarado culpable de arrojar a Celea desde el octavo piso del hotel W&P, ubicado en el sector de Bella Vista, la madrugada del 01 de septiembre de 2018.
De acuerdo con el expediente del Ministerio Público, Villanueva había planificado el asesinato de Celea, alegando que antes del hecho, el joven le había pedido a su madre Chantal Suzie Ohnona, que un taxista de confianza lo pasara a buscar al lugar, a pesar de que la pareja había llegado en un vehículo propio.
El médico legista del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Glorimí Cambero, quien practicó la autopsia al cuerpo de la joven de origen rumano, dictaminó que se trató de una muerte violenta por homicidio, puesto que en esta intervino una fuerza externa que la impulsó a caer.
En la acusación instrumentada por la Fiscalía del Distrito Nacional se estableció que los actos cometidos por Villanueva Ohnona constituyen los tipos penales de homicidio, violencia de género e intrafamiliar, delitos previstos y sancionados en los artículos 295, 304 y 309 numerales 1, 2 y 3 literal E, del Código Penal Dominicano, modificado por la Ley 24-97.
El condenado deberá cumplir la pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.
Previo al crimen mencionado, en febrero de 2018, Víctor Alexander Portoreal Mendoza (Chamán Chacra) asesinó a su pareja, Reyna Isabel Encarnación Morales, y a sus tres hijastros menores de edad. En enero de 2019, el Primer Tribunal Colegiado lo condenó a 30 años de reclusión mayor tras hallarlo culpable de cometer homicidio voluntario, acompañado de incesto y violación sexual.
Las investigaciones realizadas por el Ministerio Público, representado por los fiscales investigadores Kelvyn Colón y Vladimir Viloria, dan cuenta de que la víctima Encarnación Morales le reclamó en reiteradas ocasiones al acusado, a través de conversaciones vía WhatsApp, por el grave hecho de haber agredido sexualmente a la menor de 6 años, mientras dormía.
También establecen que los horrendos actos perpetrados por “Chaman Chacra” tenían como objetivo silenciar el abuso sexual que había cometido. El acusado Portorreal Mendoza cumple la condena dictada en su contra en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.
En tanto que, Emely Peguero tenía 16 años y cinco meses de embarazo cuando fue asesinada en el año 2017. El cuerpo fue encontrado dentro de un saco, en una maleta, en la comunidad de La Guama, en el municipio de Cayetano Germosén, provincia Espaillat, luego de varios días de haber sido reportada como desaparecida.
Por el hecho, el 7 de noviembre de 2018, el Segundo Tribunal Colegiado de San Francisco de Macorís condenó a la máxima pena de 30 años de prisión a Marlon Martínez, novio de Emely Peguero, y a su madre, Marlin Martínez, a cinco años.
La corte declaró a Marlon culpable de homicidio voluntario, actos de barbarie y sustracción de menores. Mientras que Marlin Martínez fue encontrada culpable de la sustracción de la menor y del ocultamiento del cadáver.
El Ministerio Público estableció que las causas de la muerte de Peguero fueron hemorragia interna del útero por aborto inducido y golpe contundente en la cabeza con hundimiento del cráneo.
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