Antes de iniciar la temporada, los Yankees de Nueva York eran los principales favoritos a ganar la división Este de la Liga Americana, e incluso de los que más probabilidades tenía de llegar a la Serie Mundial por la Liga Americana, sin embargo, luego de haber disputado 72 partidos, que equivale al 45 por ciento del calendario de la temporada, los Mulos del Bronx están a 10.5 juegos del primer lugar que ostentan los Rays de Tampa Bay.

En la temporada muerta, los Yankees añadieron al mejor lanzador zurdo que estaba disponible en la agencia libre, Carlos Rodón, y pudieron retener a sus bateadores de poder Aaron Judge y Anthony Rizzo, no se suponía que las cosas le salieran mal, pues habían «mejorado» el núcleo que les dio éxito durante la serie regular pasada, sin embargo no previnieron al que ha sido su mayor enemigo durante la última década: las lesiones.

Carlos Rodón estaba pautado para ser el segundo abridor de la rotación detrás de Gerrit Cole, sin embargo ni siquiera ha podido debutar con el equipo luego de sufrir una lesión en el ante brazo izquierdo en una salida de pretemporada el pasado 5 de marzo contra los Bravos de Atlanta.

Luis Severino es otro que ha visto limitada su participación, puesto que tuvo que debutar luego de luego de perderse casi los primeros dos meses de temporada. Tras su llegada, el dominicano no ha lucido como los Yankees esperan, tiene dos derrotas sin victorias, y una alta cantidad de carreras limpias permitidas con 6.30.

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El también dominicano Frankie Montás, se espera que se pierda toda la temporada luego de someterse a una cirugía en el hombro, mientras que el cubano Néstor Cortés, también está actualmente en la lista de lesionados.

Bajo rendimiento ofensivo

Luego de las lesiones, la poca ofensiva que han mostrado los Yankees en lo que va de temporada es también una importante causa de su mal momento, pues el equipo tiene el séptimo peor promedio de bateo de toda la liga con .230, por lo que aunque tienen la mejor efectividad en el relevo y la cuarta mejor en sentido general, la diminuta producción ofensiva le costado muchas victorias a los Yankees.

Para colmo, su mejor bateador y jugador Aaron Judge, se ha perdido las últimas semanas, y esto ha coincidido con el desplome de los Yankees, pues el Juez, como también se le conoce, lidera prácticamente todos los encasillados importantes de ofensiva de los Yankees.

Efecto Aaron Judge

Desde que Judge se lastimó el dedo del pie el pasado 3 de junio en Los Ángeles, los Yankees no han hecho casi nada más que perder. Leer detenidamente los nombres en esa alineación, es difícil de entender o creer. Pero es innegablemente así.

Sin su capitán, los Yankees parecen estar a la deriva. En los 17 días transcurridos desde que sufrió la lesión haciendo una captura heroica para salvar una carrera, y potencialmente un juego, los Yankees son el peor equipo en el béisbol al bate. Eso realmente es preocupante, en una liga que tiene equipos como los Atléticos de Oakland y los Reales de Kansas City.

Su récord de 4-8 sin Judge realmente no se acerca a iluminar su reciente ineptitud en la ofensiva. En los 12 juegos por sí mismos, ocupan el puesto 30 de 30 equipos en promedio de bateo con .195, el 30 en porcentaje de bases con .255 y el penúltimo en porcentaje de slugging con .344.

En ausencia de Judge, el MVP reinante parece más valioso que nunca. Judge era el probable favorito a ganarlo de nuevo cuando cayó, y lo sería hoy si Shohei Ohtani no se hubiera apoderado de la carrera.