La primera cooperativa del país se formó el primero de octubre de 1946, el 25 de octubre de 1963 se creó el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (Idecoop) y en enero de 1964 se promulgó la Ley 127 que regula las actividades de las cooperativas, entendiéndose como un grupo de personas asociadas con fines sociales, productivos y empresariales, pero resulta que en el país bajo la misma denominación o bajo el apellido de “ahorros y préstamos” existen decenas de entidades no reguladas que están haciendo intermediación financiera, algunas con activos mayores a varios bancos múltiples.
Esta situación no ha escapado a las diferentes misiones del Art. IV del FMI y al respecto la del año pasado en una de las recomendaciones las mencionó: “ Actualizar el marco de regulaciones financieras y prudenciales a las normas internacionales más recientes, además de expandir el conjunto de herramientas macroprudenciales y cerrar las brechas regulatorias y de supervisión (por ejemplo en el caso de las cooperativas de ahorros y préstamos) seguirá aumentando la resiliencia del sector financiero”.
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El sector financiero del país es regulado por el Banco Central con una normativa compuesta de reglamentos financieros, monetarios, cambiarios y seguridad cibernética y de la información, además deben cumplir con la Ley Monetaria y Financiera (183-02), la Ley de Riesgo Sistémico (92-04), la Ley 155-17 sobre el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, deben aportar recursos para la supervisión que recae en la Superintendencia de Bancos y a los Fondos de Contingencia y de Consolidación, mantener un nivel de encaje legal y otros requisitos para la solvencia, liquidez y otras variables.
Ciertas cooperativas de ahorros y préstamos operan como entidades de intermediación financiera pero no están sujetas a la regulación y la supervisión como los Bancos Múltiples, las Asociaciones de Ahorros y Préstamos, los bancos de Ahorro y Crédito y las Corporaciones de Crédito, aunque en el Art. 34 de la Ley Monetaria y Financiera junto a las anteriores se citan a las Cooperativas de Ahorro y Crédito.
En 2 de febrero de 2017, la Junta Monetaria, de la cual formé parte desde 2004 a 2019, aprobó un anteproyecto para regular y supervisar a las cooperativas de ahorros y prestamos, remitido al Poder Ejecutivo y engavetado sin mayores explicaciones. Es obvio que los influyentes propietarios de estas entidades financieras ilegales le “tumbaron el pulso” a la Administración Monetaria y Financiera porque ellos aspiran a una supervisión “light” por el IDECOOP que es una institución sin la capacidad, la experiencia y los recursos para esas funciones.
Los depósitos en las cooperativas de ahorro y prestamos no están garantizados como los depósitos en las entidades de intermediación financiera y la ausencia de una supervisión las convierte en entidades ideales para el lavado de activos provenientes del crimen organizado y la corrupción.
Esperemos que con la recomendación de la reciente misión del FMI la Administración Monetaria y Financiera retome el proyecto para regular y supervisar las cooperativas de ahorros y prestamos y que el presidente Luis Abinader, consciente de los riesgos sistémicos de la quiebra de una entidad grande de esta naturaleza y la posibilidad de que puedan burlar la Ley de Lavado de Activos, brinde todo su apoyo a esa iniciativa.