Altos mandos militares de República Dominicana confirmaron este lunes que policías haitianos ingresaron al país el domingo para dispersar un mercado informal entre dominicanos y haitianos en la frontera norte, lo que el presidente de la nación, Luis Abinader, calificó de “provocación».
El comandante general del Ejército de República Dominicana, mayor general Carlos Fernández, afirmó, durante la rueda de prensa semanal que celebra Abinader, que “entre seis y ocho policías haitianos o con uniformes de la Policía fronteriza de Haití” interrumpieron un mercado informal que realizan comerciantes dominicanos y haitianos.
“Ellos llegaron y arrebataron las mercancías a los comerciantes haitianos y tan pronto el Ejército (dominicano) se presentó al lugar, estos policías (haitianos) se fueron a su territorio”, afirmó Fernández. El suceso se produjo en la comunidad de La Vigía, a unos 5 o 6 kilómetros de la puerta fronteriza dominicana, localizada en Dajabón (noroeste).
Tras la intervención del alto mando, Abinader calificó de “provocación” la actitud de los policías haitianos y reveló que el Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, “está haciendo una nota diplomática de queja” a las autoridades haitianas.
“Vamos a ser bien duros con cualquier situación (en la zona). Tenemos nuestro protocolo. Desde que el Ejército llegó al lugar, ellos (los policías haitianos) se desplegaron. Puedo decir de que tenemos la suficiente cantidad de miembros de Ejército y equipos blindados para proteger la frontera dominicana, además del muro que estamos construyendo”, afirmó Abinader.
En redes sociales y en varios medios electrónicos dominicanos fueron vistas el domingo imágenes de elementos armados -en cuyos uniformes se observaba la bandera haitiana- mientras arrojaban a montes cercanos mercancías de comerciantes, además de patear otras que se encontraban en el suelo en medio del reclamo de los mercaderes.
Para Abinader lo ocurrido obedece a que “hay sectores haitianos que tienen liderazgo regional y local (…) fue una provocación». El gobernante aseguró que en los demás puntos fronterizos con Haití la situación es de “calma».
República Dominicana y Haití mantienen tensas relaciones desde septiembre pasado, cuando Abinader ordenó el cierre de la frontera por aire, de Marzo y tierra, para presionar al país fronterizo a detener los trabajos de construcción de un canal para la toma de aguas del río Dajabón o Masacre, división natural en el norte de ambas naciones.
Abinader también dispuso detener la emisión de visados a los haitianos y prohibió venderles materiales de construcción.
El jefe de Estado dominicano flexibilizó las medidas un mes después, bajo la condición de que cada haitiano que ingresara al país se sometiera al registro biométrico.
Haití, sin embargo, ha rechazado reanudar el mercado binacional que se celebraba cada lunes y viernes en Dajabón y ha rechazado detener la construcción del canal, que las autoridades dominicanas califican de “ilegal».
Ambos países solicitaron la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA), que designó una comisión, ya ha visitado los dos países y evalúa la situación en torno al canal.