El juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Justiniano Montero, afirmó ayer que el abuso del derecho a la inhibición por parte de los jueces tiene efectos negativos en la tramitación y celeridad de los procesos, y abogó por que los sistemas de justicia adopten medidas contra los integrantes de la judicatura que incurran en ese tipo de excesos.

Dijo que el abuso de las abstenciones “puede encubrir actitudes dilatorias, reflejar problemas de objeción de condena y aumentar la carga judicial”, y exhortó a los jueces y juezas a sopesar las mismas, “particularmente cuando se aleguen causas que no se corresponden con las reguladas por el ordenamiento de cada país”.

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El magistrado Montero hizo su planteamiento en la reunión de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial (CIEJ) previo a la Cumbre Judicial Iberoamericana (CJI) que desde hoy y hasta el 22 de septiembre en curso, se estará celebrando en Perú.

El comisionado dominicano ante la CIEJ recomendó la adopción de medidas sobre el abuso de la inhibición por los integrantes de la judicatura, con enfoque ético, cuando atenta contra la efectividad administrativa, la legitimidad de los sistemas y la confianza de los ciudadanos en el Estado de derecho.

En la reunión también se hicieron recomendaciones sobre el uso ético de la inteligencia artificial (IA) en los poderes judiciales de Iberoamérica y proyección pública de la vida privada de los jueces.

El magistrado Luis Sánchez Rodríguez, de la Corte Suprema de Costa Rica, dijo que la IA afecta determinados derechos fundamentales como la intimidad, la privacidad y la protección de datos personales, y la consideró un reto indicando que el procesamiento de la información podría ser realizado por empresas privadas sobre las cuales el Estado podría no ejercer control.

Dijo que la IA puede colaborar en múltiples tareas dentro del sistema judicial, “pero la labor de juzgar debe seguir siendo una función propia de las personas juzgadoras…”, obviamente los jueces.