El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) abogó por políticas públicas en República Dominicana y América Latina que empleen estrategias para recuperar la participación perdida del sector agropecuario en el Producto Interno Bruto (PIB) y que sus exportaciones aumenten.
Instó a cambiar la mentalidad de que la agricultura es un sector tecnológicamente rezagado, con escasa innovación, que no genera buenos ingresos para la población.
El economista Jefe del BID, Eric Parrado, afirmó que el sector de los agronegocios de la región tiene fortaleza competitiva pero todavía tiene enormes oportunidades de agregación de valor y aprovechar las oportunidades ofrecidas por las cadenas de valor agroexportadoras modernas.
Al cierre del 2021 el sector agropecuario tuvo una participación de 5.7% en el PIB nominal y ese año creció 2.6 % y de enero a mayo 2022 obtuvo un crecimiento de 2.4 por ciento.
Parrado indicó que la región no debe enfocarse solamente en producir materias primas sino en aplicar variadas estrategias de diferenciación y agregación de valor a sus productos.
“No hay una receta única. Las empresas exitosas emplean una amplia gama de estrategias que incluyen el aprovechamiento de la contrastación en el hemisferio norte, cuando los precios son más elevados; la adopción de certificaciones ambientales y sociales cada vez más valoradas por los mercados –como la producción orgánica y regenerativa o el comercio justo–; la búsqueda de atributos como mejor sabor y tamaño, o mayor durabilidad en los anaqueles; el desarrollo de marcas y de denominaciones de origen; y la adaptación de la producción de acuerdo a las especificaciones precisas definidas por cada cliente”, resaltó en el Informe microeconómico de América Latina y el Caribe, “Competir en la agroindustria”.
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Señaló que integrarse en estas cadenas de valor no es fácil, ya que requiere que los productores alcancen los estándares de calidad y cumplan con las condiciones comerciales impuestas por los compradores internacionales.
Además, deben respetar las demandas de los consumidores que cada vez exigen y desarrollar más información sobre los productos que consumen y un menor impacto negativo en las sociedades y el medioambiente.
Y la integración en estas cadenas también requiere que los gobiernos de la región cumplan con su rol, poniendo sobre la mesa los bienes públicos necesarios –infraestructura de caminos y de riego, acuerdos comerciales, control fitosanitario, investigación, extensionismo y financiamiento– para que el sector privado prospere.
Parrado instó a que se aprovechen los nichos de mercado que valoran la producción ambientalmente responsable y que están dispuestos a pagar primas por ella.