Madrid, 5 de Junio (EFE).- El letrado Marcos García Montes, defensor de Daniel Sancho en España, confía en que el tribunal que le juzgó en Tailandia por la muerte del colombiano Edwin Arrieta sentencie que se trató de un homicidio imprudente grave o menos grave.
El abogado confirmó este miércoles que una vez conocida la sentencia pedirán que Sancho sea trasladado a España.
García Montes hizo estas declaraciones al salir de un juzgado de Madrid en el que Daniel Sancho iba a ser juzgado por pegar a un hombre en 2019, pero se llegó a un acuerdo entre las partes por el que fue condenado a una multa de 450 euros por un delito de lesiones.
Sancho intervino por videoconferencia desde la cárcel tailandesa de Koh Samui para confirmar el acuerdo y fue defendido por Marcos García Montes y por Luis Gerez, que aprovecharon para hablar con él sobre el proceso en Tailandia sobre la muerte del colombiano, según desveló el primero de ellos.
El letrado precisó que pudieron comunicarse con él “un buen rato, confidencialmente” y que estaba “muy tranquilo».
Además de hablar del juicio en Madrid, les preguntó sobre el proceso en Tailandia y el abogado le recordó los delitos a los que se enfrenta.
García Montes confió en que, vistas las pruebas, se condene a Sancho por homicidio imprudente grave, lo que tendría un pena de 8 años de cárcel, o un homicidio imprudente menos grave, que serían 6 años.
En cualquier caso, pedirán que sea trasladado a España cuando cumpla un tercio de la condena. El letrado incidió en que “Tailandia respeta los derechos humanos” y confía en que se vea reflejado en la sentencia, ya que se demostró que Sancho tenía heridas defensivas y que el fallecido tenía un golpe compatible con una caída.
Sancho, hijo y nieto de conocidos actores en España, fue detenido en agosto de 2023 por la muerte de Arrieta en la isla tailandesa de Phangan y aunque confesó en un primer momento el crimen, luego afirmó que fue un accidente porque la muerte del cirujano colombiano, a quien conocía desde hacía un año, se produjo en defensa propia durante una pelea.
La Fiscalía, durante el juicio celebrado entre los pasados abril y mayo, consideró que fue un asesinado premeditado y acusó a Sancho de ocultación del cuerpo, pues fue descuartizado y esparcido por varios puntos de la isla turística y en el mar, y de destrucción de documentación, en concreto del pasaporte del colombiano.
El joven se declaró no culpable de esos cargos salvo de la ocultación de partes del cuerpo, mientras que la defensa argumentó que actuó en defensa propia ante un intento de agresión sexual del cirujano y la muerte fue accidental en una pelea entre ambos.
La lectura de la sentencia está prevista el próximo 29 de agosto.