El escritor, académico y diplomático Fernando Pérez Memén expresó su preocupación por el permanente movimiento migratorio extranjero e interno en la frontera dominico-haitiana, y abogó por la atracción de capitales para ser invertidos en esta zona, a fin de que sus habitantes sientan razón de vivir en ella y no tengan que emigrar.

Al dictar una conferencia en el Instituto Duartiano sobre la “Visión político-constitucional de Juan Pablo Duarte”, el embajador dominicano en El Salvador dijo que el gobierno ha implementado el plan de regularización y trabaja en otras áreas para detener la migración de ilegales por la frontera.

Pérez Memén expresó que “hablar de Duarte es hablar de Patria e ideales redentores; hablar de Duarte es hablar de un estadista que trasciende las fronteras nacionales”.

Expresó que el fundador de la República Dominicana fue un filósofo y un pensador sistemático y coherente, que hoy fulgura como un modelo de líder político democrático.

Recordó que Duarte planteó que la soberanía no se pierde nunca, porque es la esencia de la Nación, y que esta no puede ser dominada ni sometida por ninguna potencia, como tampoco por ninguna familia u oligarquía.

El escritor y diplomático señaló que el Padre de la Patria se opuso rabiosamente a la dictadura y que, en ese sentido, es el modelo de líder democrático, en virtud de que creyó que los que ejercen la función pública tienen que basarse en el pueblo que lo ha elegido.

Indicó que las instituciones nacionales deben emprender una cruzada cotidiana de difusión de los valores de Duarte.

Respecto a la frontera, consideró que se precisa la ejecución de proyectos más amplios, que incluya trabajo, salud, educación y cultura, para crear una muralla humana y que sus moradores sientan razón para vivir en ella.

Dijo que Duarte tuvo un espíritu humanista que en función de esa visión el gobierno y pueblo dominicanos han extendido las manos a los hermanos haitianos, admirados por el Padre de la Patria por su heroísmo.

Pérez Memén funge actualmente como embajador dominicano en El Salvador, donde realiza una encomiable labor de difusión de la historia de nuestro país y la figura del prócer Juan Pablo Duarte y Díez, al igual que hiciera en México, país donde también nos representó ocupando durante varios años el cargo de embajador.